Si mañana vas a correr el 21K de Guadalajara, te interesa saber que la topografía de su trayecto requerirá que corras con una cierta táctica si te interesa registrar un buen cronometraje.
Si bien la salida y la meta tienen la misma altimetría por estar juntas, los primeros tres kilómetros suben alrededor de 25 metros, mientras que del kilómetro 3 al kilómetro 10, el trayecto desciende 60 metros, sin contar los pasos elevados.
El regreso a la meta es exactamente al contario. Del kilómetro 10 al kilómetro al 18, el trayecto sube 60 metros mientras que los últimos tres kilómetros descienden 25.
¿Cómo correr en un trayecto así?
Los primeros tres kilómetros se deben correr conservadoramente. Lo deseable es que esos kilómetros se corran a un paso un poco más lento que el promedio planeado para todo el 21K (de 5 a 10 seg./km más lento).
Aunque la pendiente de esos tres kilómetros es suave, la verdad es que no lo es tanto si se piensa en que entre esa pendiente y la excitación del arranque pueden inducirte a hacer un esfuerzo mayor al planeado, y a provocar la acumulación anticipada del ácido láctico.
Del kilómetro 4 al kilómetro 10 la pendiente es descendente, por lo que tu paso de carrera podrá ser un poco más rápido que el promedio general, por lo que al administrarte de esa manera podrías correr la primera mitad un poco más rápido que la segunda.
Recuerda que lo último que quieres es acumular ácido láctico al iniciar la prueba ya que del kilómetro 10 al 18 enfrentarás una pendiente ascendente, que será la parte más pesada de la competencia, y para esas alturas la fatiga ya pesará en tu ritmo de carrera.
¿Se trata de correr parciales positivos? Podría ser, aunque por muy poco, ya que lo que se busca es dosificar el esfuerzo que se realiza adecuándose a la topografía del trayecto, por lo que los tiempos parciales pasan a un segundo término.
¿Cómo correr del kilómetro 10 al kilómetro 18? Sencillo: manteniendo la frecuencia del paso, acortando un poco el tranco. Eso te permitirá mantener tu ritmo cardíaco en el nivel de esfuerzo en que debe estar.
Los últimos tres kilómetros serán un verdadero regalo ya que serán de una bajada suave. Eso, si corriste los primeros 18 sin precipitarte.
Recuerda que correr es salud y algo más..., mejor calidad de vida.
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