Regresar no significa necesariamente un atraso y aunque en muchas ocasiones lo es, representa de igual manera el cierre de un ciclo y de un círculo que nos permitió terminar donde comenzamos.
Rafa Márquez aparece hoy como la viva imagen del regreso exitoso al lugar e institución donde inició, 16 años atrás, el recorrido más exitoso de un futbolista mexicano en el exterior en cuanto a títulos se refiere. El retorno del mejor jugador defensa central nacido en México al Atlas habla del agradecimiento, lealtad y apego hacia un club hambriento de celebraciones, de figuras representativas, de títulos o al menos de Finales, como aquella (la más reciente de Liga) que cayeron frente a Toluca en el Verano 99, justamente con Rafa Márquez en la cancha y que tantos años después aún despierta nostalgia. Ese fue, posiblemente, el mejor Atlas de su ya longeva vida.
La mayoría creímos que aquel regreso del "Káiser" Zamorano con León, en el 2013, sería el adiós a su extraordinaria carrera. Dos títulos, una Copa del Mundo más y 18 meses en Italia después, nos demuestran lo equivocados que estábamos. Rafa Márquez regresa por la misma puerta de los triunfadores por donde salió hace tantos años.
Hay quienes regresan sólo para despedirse y hay quienes regresan para continuar triunfando.
El regreso de Alán Pulido al Futbol Mexicano parecía muy próximo: Chivas lanzó durante diciembre un ofrecimiento demasiado afortunado para un futbolista que no parecía merecerlo, tras un año y medio extremadamente escaso de competencia alguna y extremadamente lleno de conflictos tan innecesarios como caprichosos. Matías Almeyda fue muy claro en cuanto a la improcedencia del fichaje debido a su falta de actividad. A estas alturas el regreso de Pulido al Futbol Mexicano habría sido un gran fracaso después de su infructuosa lucha legal, pero el problema es que su estancia en el extranjero también es una mala decisión por el escaso mercado que puede tener un futbolista que, ni ganó su disputa, ni se hizo de un lugar en Grecia.
De acuerdo a Jorge Vergara, lo único que necesitaba Pulido para ser jugador de Chivas era aceptar su contrato con Tigres. Posteriormente el valor de su transferencia resultó ridículo y la negativa del técnico sepultó su regreso a México.
Esta ha sido la comprobación de 18 meses desperdiciados para Alan Pulido dentro de su carrera, en los que no hubo estancamiento, sino retroceso.
Hay quienes regresan con la experiencia ganada tras la competencia al más alto nivel, hay quienes regresan porque la generosidad del futbol en ocasiones resulta enorme y hay quienes tendrán que postergar su regreso hasta pagar el precio de las malas decisiones.
Twitter: @Felixatlante12 ffernandez@reforma.com |