De acuerdo con una recopilación hecha por el estadígrafo Luis Pineda, durante 2015 se celebraron 27 maratones en México, en los que se inscribieron 55 mil corredores. De acuerdo con una recopilación hecha por el autor de esta columna, la cantidad de corredores que cruzó la meta de esos maratones fue 47 mil.

La diferencia entre los corredores inscritos y los que cruzaron la meta fue ocho mil, una cifra importante si se piensa que ha ido en aumento, y que los organizadores debieron prepararse para atender al total de inscritos.

Lo probable es que hayan sobrado ocho mil medallas, por citar sólo un ejemplo. Un muestreo realizado entre los maratones de mayor participación en México permite anticipar que la mayor parte de los ocho mil corredores faltantes no acudió a recoger su "paquete" de competencia.

Algunos maratones abren inscripciones hasta con un año de anticipación, ofreciendo cuotas más bajas mientras más temprano se inscriba el corredor.

No hace falta profundizar mucho para entender que muchas cosas pueden pasar durante un año que hacen que una parte de los corredores inscritos se encuentren con que no podrán correr su maratón.

Lo que ocurre en esos casos puede ser alguna de tres opciones: La primera es que se olvide del maratón y no vaya a recoger su número de competencia. La segunda puede ser que le regale su número a otra persona, y la tercera que lo venda a otro corredor.

El efecto del primer caso es el desperdicio de recursos, que desde luego impacta en el presupuesto del evento y por consecuencia en las cuotas de inscripción.

El efecto de la segunda opción es el origen de complicaciones. Un ejemplo es el de la corredora que le cede su número a un amigo, que "gana" en la categoría en la que ella estaba inscrita, y lo menos que ocasiona son protestas del resto de las corredoras y la necesaria corrección de los resultados.

La tercera opción es la más complicada. Un corredor le vende a otro su número de competencia en un precio que sólo ellos conocen, y que depende de la demanda que haya para el maratón. Dicho de otra manera: Reventa.

La solución no es sencilla, pero lo que parece tener sentido es pensar en no abrir inscripciones con tanta anticipación. Usted ¿Qué opina?

Recuerda que correr es salud y algo más..., mejor calidad de vida.

 
 
 
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