Mañana y el domingo se juegan unas Semifinales a las que indudablemente llegaron los cuatro mejores.

Los mejores equipos no de los Cuartos de Final, porque en realidad tanto los Pumas como el Toluca fueron superados en el juego, aunque no en el marcador global, por el Veracruz y el Puebla, respectivamente, además de los claros errores arbitrales que principalmente perjudicaron a veracruzanos y poblanos.

Y tampoco son estos semifinalistas los cuatro equipos más productivos en la fase regular, porque los Tigres y el América terminaron ubicados abajo del León y de los Jaguares.

Pero sí son los cuatro que mejor han jugado a lo largo de los 19 partidos con los que cada uno debió cumplir: los 17 de la fase regular y los dos de los Cuartos.

Por la magnífica exhibición de futbol ofrecida en Tuxtla Gutiérrez, los Tigres se perfilan no sólo como favoritos ante el Toluca, sino quizá también como principales favoritos para llevarse el título.

Y por lo mostrado por ambos equipos la semana pasada, de cara a su doble enfrentamiento, el América parece contar con mayores probabilidades de éxito que los Pumas.

Pero como tanto el Toluca como los Pumas cuentan con probados argumentos para elevar sustancialmente su nivel de juego, para nada puede descartarse la posibilidad de que ambos logren cambiar por completo en la práctica lo que no parece favorecerles en la teoría.

Lo que sí se puede agradecer, sin camiseta puesta, es que se mantengan en la pelea los que han sido los cuatro mejores equipos en lo que va del torneo, aunque dos de ellos hayan terminado la fase regular ubicados en el quinto y sexto lugares... y aunque sólo esos dos hayan jugado en los Cuartos de Final como debía jugarse.

A ver cuáles lo hacen en esta penúltima instancia, y si en la Final se instalan los que realmente más lo merezcan.

En aras de la más elemental justicia futbolera, esperemos que así sea.

 
 
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