El ídolo de la selva Zacatepec de Hidalgo vive para el futbol. La identidad del caluroso poblado de Morelos no puede entenderse sin el deporte. Su nombre viene del náhuatl y se interpreta como el Cerro del Zacate. Esa casualidad le dio fama en todo el País, pues sobre el pasto se formaron sus leyendas.
Se trataba de una época romántica, lejana, que ya muy pocos recuerdan. En Zacatepec jugaba un equipo que hacía vibrar a todo el pueblo los fines de semana. Los Cañeros jugaban los domingos por la tarde y ahogaban a sus rivales con el calor, que rondaba los 35 grados, y la humedad de la selva morelense, pero también con su juego.
El nombre del Zacatepec resulta lejano a la actualidad del futbol mexicano, pero persiste su eco. El Marte, el Asturias, el España, el Tampico y el Oro conquistaban el trofeo de la recién creada Primera División de futbol profesional. Era la década de 1940.
Eran los tiempos de Isidro Lángara, con el España; Adalberto "Dumbo" López, con el León; Horacio Casarín, con el Atlante, y Luis de la Fuente, con el Veracruz. Mucho antes del Campeonísimo Guadalajara y del primer y único título de Liga del Atlas.
Entonces nació en el profesionalismo el equipo cañero, en 1948, después de más de dos décadas en la escena amateur, con futbolistas locales. Su nombre fue Club Social y Deportivo Zacatepec. Ya venía con una buena base de seguidores. Zacatepec, un poblado que se dedicaba mayormente a la producción de caña de azúcar, también vivía para el futbol y su lema, hasta hoy, es "Hacer deporte es hacer Patria".
De la mano de Ignacio Trelles, los Cañeros ganaron el título de la Segunda División en 1951 y con ello el derecho de participar en la Primera División.
NACIDO PARA EL BALÓN Agustín Díaz Rojas nació en Cuernavaca, el 16 de octubre de 1935. A los 13 años comenzó su carrera en el futbol en un equipo llamado Marte, un club pequeño, no el que después ganó el título de la Primera División en 1954 y que jugaba en la capital de Morelos.
Las crónicas de aquellos días describían a Agustín como un futbolista fuera de serie, que llamó la atención de Horacio Cesarín, ex figura del Necaxa, el Atlante y los Cañeros, quien se lo llevó a Zacatepec.
Lo apodaron "Coruco", en referencia a un gusano parásito de los pájaros, pequeño, delgado, moreno y muy veloz, cualidades que tenía Agustín.
Cuentan que en poco tiempo se ganó el cariño de la gente del pueblo, que su apodo era coreado los días de partido en el entonces llamado Parque Zacatepec. "¡Coruco, Coruco!", se habría escuchado en las gradas, un grito que se hizo eterno.
Agustín se desempeñaba como extremo derecho y su juego era espectacular. En poco tiempo se convirtió en ídolo de la selva cañera, también porque el equipo se quedó con el subcampeonato de la Primera División, detrás del Tampico.
El joven equipo había acariciado la gloria y uno año después se quedó con ella. El Zacatepec conquistó su primer campeonato de Primera en la temporada 1954-55, de la mano de Trelles, quien volvió al equipo cañero después de campeonar con el Marte.
Los Cañeros volvieron a ser campeones en la campaña 1957-58. En apenas cinco años, el Zacatepec ya era un equipo grande, ganador, campeón y tenía en sus filas al "Coruco", quien fue el primer futbolista originario de Morelos en ser convocado a la Selección Mexicana, con la cual participó en los Juegos Olímpicos de Roma 1960.
La carrera de Agustín era prometedora, en el horizonte se veían más éxitos con el Zacatepec y la Copa del Mundo de Chile 1962.
ESTRELLA FUGAZ En la cúspide de su carrera, Agustín era un futbolista cotizado y fue contratado por el Atlas como refuerzo para el Pentagonal de Occidente, que se llevó a cabo como festejo por la inauguración del Estadio Jalisco. En ese torneo, el "Coruco" enfrentó al San Lorenzo, de Argentina; el Sao Paul, de Brasil; el Oro y el Guadalajara.
Con una brillante carrera por delante, el 26 de agosto de 1961, Agustín se casó con su novia, Consuelo Biosca, pero también jugó su último partido como profesional, contra el Guadalajara, vistiendo la camiseta de los Cañeros.
La noticia de que una entonces extraña enfermedad lo aquejaba sonó en el ámbito deportivo nacional. Se trataba de leucemia, que le provocaba altibajos muy marcados en su estado de salud y lo obligó a alejarse de la cancha.
Tres meses después, el 9 de diciembre de 1961, el "Coruco" falleció a causa de leucemia. Tenía 26 años. Cinco meses después nació su hija, Alma Cecilia.
Su cuerpo fue velado por dos noches, con la presencia de miles de seguidores de los cañeros. Cuatro camiones cargados de flores le fueron entregados a su viuda y a sus familiares.
En 1962, el Parque Zacatepec fue rebautizado como el Estadio Agustín "Coruco" Díaz, nombre que permanece hasta hoy.
LOS CAÑEROS En diciembre de 1961, tras la muerte del "Coruco", el Zacatepec descendió a la Segunda División y volvió a la siguiente temporada. A partir de entonces comenzó su historia de vaivenes, con ascensos y descensos que culminó en 1985, cuando los Cañeros perdieron por última vez la categoría.
En la década de los 90, el Zacatepec perdió tres veces la serie por el ascenso y en el 2003 se mudó a Xochitepec. Ahí terminó la historia de los originales Cañeros, que cambiaron de nombre a Leones Morelos y después de mudaron a Querétaro para convertirse en los Gallos Blancos.
EL NUEVO 'CORUCO' Con inversión del Gobierno de Morelos, el estadio de Zacatepec fue remodelado y reabierto en 2014, aún con el nombre de Agustín "Coruco" Díaz, donde el equipo Zacatepec 1948 participa en el Ascenso MX, después de varios intentos fallidos de revivir a los legendarios Cañeros, por donde, en sus años de gloria, pasaron figuras de la talla de Carlos "Charro" Lara, Raúl Cárdenas, Horacio Casarín, Alfredo "Harapos" Morales, José Antonio Roca y el célebre "Coruco".
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