A una semana del final, dos invitados a la fiesta han cancelado su asistencia.
Pachuca y Cruz Azul, enfrascados en un partido agradable para poner al corriente el calendario, eran equipos que cualquiera hubiera presupuestado dentro de la serie final. Desde sus directivas, que tienen la ventaja de tener más tiempo para trabajar el próximo torneo.
Los Tuzos, que un buen día decidieron despachar a Enrique Meza, tienen ya un año con Diego Alonso en la dirección técnica. Semifinalistas el torneo pasado gozando de más vidas que un gato, ahora se quedan en el camino.
El Pachuca es un equipo agradable a la vista, sin duda. Tiene vocación ofensiva, tiene velocidad, juventud y buen ritmo. Pero carece de equilibrio.
Muchos juegos se le han ido a los tuzos después de tener ventajas importantes. Y por eso no le está alcanzando para algo más. Acostumbrados en los últimos tiempos a lograr resultados rocambolescos que le abren la puerta a la Liguilla cuando parecía cerrada, no han dado ese salto que les permita avanzar tranquilos y favoritos. Su plantel tendrá que apuntalarse, pero tiene calidad. Más de lo que dice su posición en la tabla.
Cruz Azul, alarmante, falta a su tercera serie final consecutiva. Y eso es mucho.
Hubo quienes pensábamos que Sergio Bueno era el técnico diferente que podía levantar a La Máquina. No lo hizo por cuestiones de las que es responsable, y otras que salieron de sus manos: la llegada tardía de refuerzos que le impidieron ensayar lo que quería de su equipo.
Tomás Boy no pudo ayudarle al equipo a repuntar. Cierto que dirigió solamente cinco partidos, insuficientes para cambiar el rumbo de una campaña torcida.
Será interesante saber qué planes tiene Cruz Azul respecto a su plantel. Recuperará a algunos de sus lesionados -"Maza", la ausencia más notable, Crosas con necesidad de justificar-, pero se le puede presentar una oportunidad de recambio. Algunas de sus figuras pasaron hace tiempo de la mayoría de edad y posiblemente se requiera rejuvenecer alguna línea.
Antes de saber qué lugar ocupará cada uno de los clasificados y cómo se completa la mesa de ocho comensales, México jugará mañana en San Pedro Sula uno de esos partidos en que el escenario es más temible que el rival.
Parecerían favoritos para avanzar al Hexagonal y por lo tanto deberían enfrentarse otra vez en la ronda que sí da boletos para el Mundial.
El equipo de Osorio encontrará un rival presionado por su derrota en Canadá y una prueba de lo que vendrá después del flan salvadoreño que fue engullido en el Azteca el viernes por la noche.
Con la Fecha 17 de por medio, la semana futbolera es suculenta.
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