Y de pronto, en el Estadio Omnilife las redes sociales comienzan a mostrar fotos de Ángel Reyna, no en la banca, no con su directiva ni siquiera con sus aficionados, sino en el palco del rival, cómodamente sentado y en gran plática con el presidente Fidel Kuri, quien hace no mucho tiempo fue su jefe en Veracruz.
Era el encuentro de Cuartos de la Copa MX, Reyna ha sido la manzana de la discordia dentro del Guadalajara y ni siquiera el cambio radical de técnico ha logrado mejorar su situación. En los últimos cuatro torneos ha jugado sólo 34 partidos de Liga, quizá lo más dramático para quien ha sido etiquetado como goleador en su carrera (prueba de ello es su título de goleo en el Clausura 2011, con 13 anotaciones), es que únicamente ha anotado un gol durante este tiempo, en la jornada 2 del Clausura 2015.
Reyna tiene 31 años y después de lo ocurrido en los anteriores cuatro equipos (América, Monterrey, Pachuca y Veracruz), se podría decir que Chivas es su post-última oportunidad, equipo a donde llegó para sorpresa de todo el futbol mexicano y donde increíblemente logró firmar un contrato sumamente jugoso y sin los famosos candados que tanto se mencionaron tendría.
Dentro de la clasificación que propone Albert Serrano en 'postfutbolista'. para todo futbolista profesional, Reyna curiosamente no encaja en ningún lado (¡Mire usted si no es distinto este jugador!): No es la "Estrella de mar" que gana millones y juega en uno de los mejores equipos del mundo. No es el "Tiburón" que gana varios cientos de miles de dólares al año, aunque es probable que a los 40 su patrimonio estará muy mermado. No es el "Pulpo" que gana decenas de miles y gasta el 110% de lo que ingresa y mucho menos es el "Caballito de mar" que se desempeña en categorías semi profesionales.
Digamos que Reyna es un "Tiburón con estrella" incapaz de darse cuenta que la carrera se le va entre las manos, incapaz de cuidar lo mejor que hace en su vida (y por lo que hasta hoy le pagan 1.7 millones de dólares al año, según se puede constatar en la red) e incapaz de darse cuenta de que simplemente no hay lugar, no cabe, no existe la posibilidad de ser visto en el palco del rival observando el encuentro de su propio equipo, que ni siquiera le ha tomado en cuenta.
Tengo una estimación muy especial por Reyna y hace no mucho tiempo tuve la oportunidad de platicar con él. Para mi sorpresa no encontré señal de alarma alguna por su actualidad. Hoy se la lleva con calma y espera la llegada de su bebe junto a su esposa Angie. Hay mucha gente más angustiada por Ángel que el propio Reyna, aunque eso terminará el día que su(s) post ultima(s) oportunidad(es) acaben.
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