¿Dónde se ha visto?
Hay ocasiones en que la realidad supera a la ficción.
La serie Club de Cuervos, de Netflix, nos regala un panorama (algo exagerado) de lo que nuestro futbol vive y, aunque para muchos parecerán increíbles las situaciones que narra, no están del todo alejadas de la realidad.
En 13 capítulos, la serie presenta analogías con personajes del futbol mexicano y, si bien aún no aparece un Salvador Iglesias Jr. (interpretado por Luis Gerardo Méndez), quien comienza queriendo cambiar el mundo y termina por llevar a su equipo al borde del descenso, hay muchos a quienes el saco les queda.
VISIONARIO La historia de Club de Cuervos inicia cuando, tras la muerte de su padre, le llega la oportunidad a Chava de convertirse en presidente de un equipo de Primera División.
Chava es visionario y sueña con crear en Nuevo Toledo, su pueblo, al Real Madrid de América. Como dueño del changarro, se mete al vestidor para dar discursos motivacionales, discutir con el técnico o intentar que su futbolista estrella juegue como titular cuando ha sido enviado a la banca.
Si por él fuera, se metería a la cancha a dirigir.
EL CLÓSET ¿Cuántas se ha escuchado a un jugador en activo declarar abiertamente su homosexualidad? Bastarían los dedos de las manos para hacer la lista, pues el miedo a salir del clóset es una realidad del futbol mundial.
Aítor Cardoné, el crack español que Chava lleva a los Cuervos para poner a su equipo en la élite mundial, no sólo llega con goles, sino con polémica, sobre todo cuando le confiesa a su presidente, en plena fiesta con mujeres, alcohol y drogas, que no solamente le gustan las mujeres.
Sobra decir que las posiciones que satanizan las preferencias sexuales de las personas no son el punto ni compartidas en este espacio, pero la serie narra la problemática de que el futbolista no habla de sus preferencias por temor a ser exhibido o perder seguidores, fama y cariño del aficionado.
GUGGENHEIM Antes del odio a Cardoné por sus preferencias, a Nuevo Toledo le cae de maravilla la llegada de un crack de talla mundial. La contratación del delantero pondría en el mapa al modesto pueblo, como alguna vez le sucedió Bilbao con la construcción del Museo Guggenheim.
Pero en la serie el dinero de las empresas de los Iglesias no es suficiente, por lo que el Gobierno de Nuevo Toledo entra al quite.
En la realidad, algunos Gobiernos inyectan recursos de a los equipos de futbol, prestando estadios municipales, aportando recursos como patrocinadores o hasta con trámites ante el Instituto Nacional de Migración.
No sé por qué me acordé de José Luis Higuera, Matías Almeyda y los Coras de Tepic.
PODER AL PODER Mención aparte merece la de Eliseo Canales, el promotor más importante y temido de la Liga.
Eliseo acomoda paquetes de técnicos y jugadores, le tiende la cama a los entrenadores, manipula a los futbolistas y controla a la prensa y al arbitraje en contra del equipo que no se cuadre.
Ataviado con su bata de seda, bebiendo whisky en la rocas, Canales juega tiro al blanco con la fotografía del directivo que no quiere comprarle jugadores.
¿A POCO SÍ PASA?
En Club de Cuervos también hay un futbolista que se retira, termina su curso y de inmediato lo ponen a dirigir. El portero Rafael Reyna pasa de la cancha a la banca en cuestión de semanas porque nadie quere tomar las riendas de unos emproblemados Cuervos.
También aparecen jugadores que debutan porque le pagan al entrenador, con dinero o favores especiales (ejecutados por sus madres); reporteras que buscan enredarse con directivos o futbolistas para figurar; jugadores parranderos e infieles; escándalos en la prensa; desfiles de técnicos; lujos exorbitantes; despilfarro... en fin.
MUNDO DE HOMBRES Entre los mensajes principales de la serie, uno es claro, con todo y el cambio de paradigmas: el futbol sigue siendo para los hombres.
Isabel Iglesias, hermana de Chava, lucha por el poder con su hermano, quien está en la silla del presidente a pesar de tener menor capacidad, conocimiento, experiencia, pero, sobre todo, amor a la camiseta.
¿PEDRADAS?
El aficionado al futbol o simplemente a la televisión se preguntará si lo que pasa en la serie es un reflejo de lo que se vive en el futbol.
¿Pero qué opinarán los protagonistas del verdadero show?
Habrá que preguntarle a dueños de equipos, como Jorge Vergara; directivos, como Néstor de la Torre; técnicos que saltaron de la cancha a la banca en poco tiempo, como Ramón Morales, Rodrigo Ruiz o Antonio Mohamed; estrellas mundiales, como Djalminha, Bebeto, Emilio Butragueño o Ronaldinho; Gobiernos, como los de Veracruz, Chiapas, Nayarit y Querétaro; promotores, como Carlos Hurtado; entrenadores acusados de cobrones, como Hugo Sánchez; mujeres en puestos directivos, como Angélica Fuentes y Alejandra de la Vega; personas intolerantes u homofóbicas; jugadores con miedo a salir del clóset; pateabalones que pierden el piso; ex futbolistas que no saben qué hacer sin la cancha; aficionados y todos quienes vibran con el futbol.
¿Les dará risa?
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