Para la mayoría de los equipos mexicanos se abre una magnífica oportunidad de enderezar el rumbo.

Porque esta semana, por penúltima vez en la actual competencia, se interrumpe el torneo dizque de Apertura para dejarle los reflectores a la Selección.

Como el "equipo de todos" tradicionalmente explotado por unos cuantos tiene un importantísimo compromiso, la Liga puede esperar.

Para ponerle toda la atención posible al largamente anunciado enfrentamiento con la escuadra estadounidense del próximo sábado, mejor olvidarse por unos días del torneo interno.

Estando de por medio la búsqueda del ansiado boleto para asistir a la edición de 2017 de la sobrevalorada Copa Confederaciones, lo de menos es la Liga MX.

Sin embargo, en esta ocasión tal receso se antoja propicio como para que varios equipos lo aprovechen para trabajar lo necesario para corregir el rumbo en la recta final de esta Fase Regular del torneo.

Como así lo permite el sistema de competencia, todavía tienen tiempo para reaccionar aquellos equipos que siguen sin alcanzar su nivel óptimo ni la debida consistencia en su desempeño.

¿Serán 16 de los 18?

Más o menos, pero sobre todo los que aspiran a clasificar y pelear por el título (casi casi todos) están a tiempo de mejorar lo indispensable para incrementar sus probabilidades de éxito.

Faltando solamente CINCO jornadas por jugarse (además de tres partidos pendientes, uno de los cuales, Monterrey-Puebla, se juega este viernes), no hay UNO solo de los 18 competidores que pueda ser matemáticamente descartado de esa Liguilla en la que ya se sabe que cualquiera de los OCHO que entren puede salir airoso y alzarse con el título.

Si a los respectivos participantes estas bondades del generoso sistema de competencia no les sirven de aliciente... ¿entonces cuál?

 
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