Malquerido
 
 
No ha llegado su designación oficial, ni siquiera él mismo ha dado el sí definitivo (que en teoría sería mañana), pero el colombiano Juan Carlos Osorio, como ya les comentaba en días anteriores, parece que no tendrá una buena acogida como nuevo seleccionador de México.

Y no sólo por su falta de cartel a nivel de Selecciones, el cual hasta ahora es nulo, pues sólo tiene trayectoria en clubes, la mayoría con logros en la Liga colombiana, sino por la forma en la que se está dando su designación.

Aún como técnico del Sao Paolo, de Brasil, Osorio ha dado bandazos en sus declaraciones: primero medio negando tener interés en dejar su cargo, luego medio aceptando que le agradaría dirigir en un Mundial y después negando cualquier reunión o contacto con Guillermo Cantú y sus chalanes de Selecciones Nacionales.

La última ya de plano fue descarada del estratega, quien tiene fama de ser un muy buen orador y preparación en el extranjero.

Abiertamente aceptó que deberá decidir junto a su familia si se marcha de Brasil y les deja tirada la chamba a los paulistas, para así llegar a México a dirigir al Tri, que todavía por ahora está a cargo de Ricardo Ferretti.

En Brasil ya están que trinan con Osorio y algunos medios locales afirmaron que, en caso de darse su desvinculación, el Sao Paulo exigirá un pago a la FMF para reparar el daño de dejarlos sin técnico en pleno torneo.

Y muchos se preguntarán: ¿Tanto lío por este entrenador? ¡Ni que fuera Bielsa!

Mucho más cuando la FMF ha presumido de finanzas sanas y boyantes.

¿Saben a cuánto ascendería el salario de Osorio con el Tri?

Más barato que Chepo de la Torre y Javier Aguirre, aunque no menos de lo que cobró Miguel Herrera. Hagan sus cuentas.

 
 
 
 
Britos, el auxiliar
 
 
Hace una semana, Matías Britos mostró algunos dotes de entrenador durante una cascarita infantil que se realizaba en Ciudad Universitaria. Ayer en CU demostró que aún le quedó cuerda para dirigir.

Cuando el delantero de los Pumas salió en el duelo ante las Chivas, al minuto 63 se tardó más en sentarse que en dar un primer salto y meterse en el papel de técnico.

La tensión del juego, que ganaban los auriazules por un gol, fue tanta, que Britos no paraba de dar indicaciones casi casi a la par que Guillermo Vázquez.

Llegó un momento en el que Memo se dio la vuelta y, al ver a Matías, el uruguayo naturalizado mexicano se inhibió un poco.

Como niño regañado, se sentó, pero sólo por un rato, pues de vez en cuando el subconsciente lo traicionaba y se le escapaba otra indicación.

Incluso, previo a que Daniel Ludueña entrara, Britos le transmitió al auxiliar, José Luis Salgado, unos consejos para que los pusiera en práctica el "Hachita".

A lo mejor en unos años Britos da el salto a la dirección técnica.

 
 
 
 
Deseo cumplido
 
 
Anda Tomás Boy en el Cruz Azul como niño con juguete nuevo.

Se preguntarán, cómo es posible estar así justo cuando La Máquina es antepenúltimo de la clasificación del Apertura 2015.

Pues aunque ustedes no lo crean y él se haya mostrado mesurado en su presentación, al decir que es un desafío y no la gran oportunidad que esperaba, resulta que Boy llegó a donde siempre había soñado... al menos eso dice su amigo y también técnico, Carlos Reinoso.

"Me alegro mucho por Tomas, años que era su deseo de dirigir al Cruz Azul, suerte 'Fideo'", publicó el timonel del Veracruz en Twitter.

Quizá eso explique ese semblante sonriente del "Jefe", como adolecente al que le compran su primer coche nuevo.

Los que no se notaban muy sonrientes que digamos eran los llamados capos del vestidor, como Gerardo Torrado, Fausto Pinto o Christian Giménez. No así Jesús Corona, quien inteligentemente desde que supo la noticia de la llegada de Boy, se terapeó para ser amable desde su primer día.

¿Será que termina la época de los pechos fríos o comenzará una de las pesadillas azules?

 
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