Desde que en la temporada 2012-13 de la Premier League el Liverpool tocara el cielo y se quedara a unos metros del Paraíso de la mano de Steve Gerrard y de Luis Suárez, el entrenador irlandés Brendan Rodgers comenzó a descender, con sus Reds, a los caminos del averno.
La posibilidad de jugar en una Champions después de tantos años se evaporó en los partidos de la Primera Ronda y todo volvió a centrarse en tratar de rescatar la gloria esquiva del torneo inglés y tímidamente la Europa League.
Si ayer estuvo en las nubes, esta semana que inicia con el partido ante el Aston Villa y terminaría con el Clásico ante el Everton, transcurrirá en un ambiente que "huele a azufre", como definiera una vez el presidente Hugo Chávez en la Asamblea de la ONU.
Dados los resultados, no sólo de esta campaña sino de las anteriores, parece que a Rodgers, que llegó al Liverpool para realizar un proyecto de largo plazo, se le está acabando el crédito.
Cuando en su primera temporada el equipo no alcanzaba a despegar y eran más los dolores que las sonrisas pidió públicamente: "No me juzguen ahora, júzguenme en tres años". Pues bien, sus dichos son de 2012.
Durante la gestión de Rodgers, el Liverpool ha contratado casi tres equipos (32 jugadores), ha gastado 440 millones de dólares pero no ha obtenido ningún trofeo. Se encuentra actualmente en la posición 13 de la Premier.
También es cierto que abandonaron la escuadra tres de sus pilares: Suárez, Gerrard y Sterling. Y Daniel Sturridge parece eternamente lesionado.
En los últimos 15 partidos, el Liverpool ha perdido 7, ganado 4, empatado 4. La derrota más escandalosa fue en la cancha del Stoke City que le metió 6-1. El Manchester United le ha ganado dos veces, como local y visitante; el Arsenal le clavó 4; el Crystal Palace y el West Ham le han derrotado en Anfield (1-3 y 0-3, respectivamente). Hasta el Hull City, ya descendido, le ganó 1-0. En ese período, los Reds han convertido 9 goles y han encajado 15 tantos.
El miércoles, apenas ganó por penales al modesto Carlisle United por la Tercera Ronda de la Capital One Cup.
La casa de apuestas Paddy Power coloca a Rodgers en el primer lugar de los entrenadores que abandonarán su cargo antes de finalizar el torneo.
También en las redes sociales se hace más intenso el reclamo de un cambio y piden al alemán Jürgen Klopp para que se haga cargo del equipo.
Rodgers insistió ayer en la conferencia previa: "Le pido a los fanáticos que mantengan la fe en el equipo. Trabajamos duro cada día para hacerlo mejor".
Sin embargo, los hinchas que cantan en cada partido su devoción y su fe "You'll Never Walk Alone!" cada vez están menos convencidos de incluir al entrenador en ese juramento solidario tan célebre.
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