Señoras y señores, el futbol mexicano sigue mostrando síntomas de irregularidad constante temporada tras temporada.
De pronto los Pumas son líderes, parecen sólidos, van al campo del Cruz Azul, último de la tabla, y pierden. De repente el León es líder, va al campo de los Jaguares, lo golean y luego vuelve a ser líder.
¡Un líder con 16 goles recibidos! Es altísimo el porcentaje del León en goles en contra, pero es el líder con 21 puntos, seguido de los Pumas y el América.
Para mi gusto, el mejor equipo del campeonato son los Tigres, que han venido desde muy abajo hasta colocarse en cuarto lugar y están a tiro de piedra, jugando bien y ganando partidos importantes, como contra el Monterrey.
Es un equipo hecho y derecho, bien formado, dirigido, con buenos jugadores y un estilo muy definido. Puede ganar o perder, gustar o no gustar, pero es el mejor plantel que de Primera División. Después están el América, el León, el Toluca y los Pumas.
Pero es la parte alta. La parte de en medio da la impresión de que, entre el Atlas, el Tijuana, el Monterrey, el Pachuca y ahora el Cruz Azul, que ganó vía dos penales, se la van llevando más o menos.
Lo sorprendente es que el campeón, el Santos, tiene siete puntos, y el subcampeón, el Querétaro, suma ocho.
El subcampeón fue a Guadalajara y perdió en la presentación de Matías Almeyda, tan criticado por toda la animadversión que despierta Jorge Vergara en los medios.
Ahora se viene un fin de semana lleno de morbo; se enfrentan el América y las Chivas en el Clásico, que hace tiempo no apasiona tanto. Ahora anda bien el América y andan mal las Chivas, en alguna ocasión fue al revés.
El Guadalajara perdió un hombre importante, Marco Fabián, quien tiene talento, calidad, suele crecerse en los partidos importantes y le gusta hacerse notar en esa clase de juegos. Se perdió tontamente en una jugada que no tenía mayor trascendencia, una barrida demasiado fuerte, castigada con durísimo rigor.
Benedetto o no Benedetto, el América tiene equipo de sobra, extranjeros y naturalizados al por mayor. Puede juntar dos equipo si quiere. Es favorito, sí, pero en un Clásico las cosas se igualan porque uno pone la calidad de sus futbolistas y otro pone su intensidad y fuerza. No va a ser fácil para aquellos que piensen que el América va a aplastar al Guadalajara.
Los demás son partidos de media tabla, de colocación y, como siempre pasa en el futbol mexicano, se juega un torneo para clasificar los mejores ocho y luego se juega el gran torneo de la Liguilla.
Por lo pronto, así está el futbol mexicano: subiendo y bajando como si fuera rueda de la fortuna. Calidad en unos partidos y poca calidad en otros; goles, bastantes; extranjeros, cualquier cantidad, y naturalizados, los que usted quiera.
Así se conforma nuestra Liga.
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