Rebaño de niños El plantel de Chivas anda como niños de papás divorciados.
No saben ni lo que pasa, confundidos y en piloto automático, teniendo que adaptarse al nuevo "novio" que la mamá llevó a casa.
El plantel se siente más vulnerable que nunca, porque su petición de que se quedara José Manuel de la Torre como entrenador en la reunión que sostuvieron en la casa de Jorge Vergara no sirvió para nada.
De hecho, me cuentan que el encuentro fue muy tenso.
En varias ocasiones, Vergara le reclamó al "Chepo" que el vestidor del equipo estuviera partido y no pudiera componerlo, a lo cual el entrenador de inmediato se puso como loco (ya ven que no se le da) y le preguntó de dónde había sacado semejante versión.
El "Omniyorch" señaló a Carlos Salcido como el autor de esta versión (acá entre nos, yo jamás escuché que el de Ocotlán anduviera haciendo comentarios de este tipo).
El día que "Chepo" entró al vestidor para despedirse tras ser cesado, sabiendo que Matías Almeyda ya estaba en un hotel de Guadalajara hablando de negociaciones, salió el tema a relucir.
Salcido de inmediato lo negó, y se puso bravo por lo que llegó calientito a la casa de Vergara y sin más ni más, enfrente de todo el plantel, confrontó sin temor alguno al patrón.
- A ver, Jorge ¿Que tú andas diciendo que yo dije que el vestidor está roto?
- ¡Noooo! Yo no fui. Para nada.
Así están los ánimos en el Redil, que hoy más que nunca parece campo de minas, listo para que exploten una a una.
El sueño guajiro José Luis Higuera, Presidente de Omnilife, asegura que no se mete en los asuntos de futbol; insisto que yo le creo, aunque otros no piensen lo mismo.
Resulta que al nuevo consejero de cabecera de Jorge Vergara se le metió en la cabeza repatriar al mismísimo Javier Hernández... ¿Se imaginan?
El enamorado delantero debatiéndose entre el Manchester United o el Bayer Leverkusen prefiriendo venir de vuelta a las Chivas, de donde se fue en 2010, pero pues bueno, no hay peor lucha que la que no se hace.
Como Higuera no es muy conocido dentro del futbol (todavía), lo que hizo fue llamarle primero a Eduardo Hernández, representante del seleccionado, para pedirle su número telefónico.
Una vez que le pasaron el cel de CH7, le marcó y no le contestaron, le colgaron, se fue al buzón, y luego de 7 llamadas no pudo comunicarse con el "Chícharo", quien de plano le marcó a su representante para que le dijera si sabía quién era el latoso que le estaba marcando...
Eduardo le dijo que era un amigo de Vergara y le pidió que le contestara, lo cual hizo "Chícharo" con mucha propiedad pero ni chance le dio de hacerle una oferta.
"No estoy interesado, gracias, bye".
san.cadilla@reforma.com
|