Si falta preparación, se desorienta a quien escucha.
En la Copa Oro 2015, los dos penales por empujón desequilibrante a favor de México fueron claros. En el tercero cabe validarlo por criterio, ya que el jugador se lanzó (imprudencia o temeridad mencionada en la Regla 12) y hay mano impidiendo que siga el juego. No hubo atraco a Panamá.
Además, no se habló de todos los saques de mano antirreglamentarios de Panamá, con un pie adelante o pies paralelos al campo lanzando centros o pases (Regla 15). Ello es grave si hay gol (ver gol poblano a UdeG en el 2015). Tampoco se aclaró que Panamá con 10 hombres se alejó del juego limpio; hizo tiempo, insultó, golpeó, etc. La FMF debe exigir arbitrajes apegados al reglamento en la próxima eliminatoria mundialista, incluyendo marcaje por abrazar.
Sobre el desempeño, se apreció que México sólo generó algo de futbol contra Costa Rica y Jamaica. Ello fue por una razón fundamental (que no se dijo); tales equipos intentaron jugar y dejar jugar. Jamaica sólo empezó a golpear hasta que se vio abajo en el marcador. Los demás iban a no dejar jugar atacando en contragolpe o balón parado. Ello indica que México sigue fallando cuando el rival lo presiona y se encierra. Sobre ese problema, quedó claro que México no supo hacer mucho buscando el trofeo.
Globalmente se vio que México sigue mostrando la mejor técnica en la zona, sin embargo, la mayoría de los equipos nos superan físico-atléticamente y han mejorado algo en disciplina y técnica. Por tanto, triunfar ya no es tan simple como antes. Las condiciones físico-atléticas han contribuido a cambiar el futbol, sorprendiéndose el mundo con resultados que podrían parecer ilógicos.
México debe exigir imparcialidad y apego al reglamento, además de diseñar un sistema de juego en conjunto (el técnico es clave) para contrarrestar lo aquí expuesto, debiendo mejorar en movilidad y precisión. Se requiere al técnico idóneo que sepa sacar jugo en juego, posición y adaptación en conjunto a los seleccionados.
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