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La Dominguera
San Cadilla | 09-08-2015
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FUTBOL PIRATA
 
El negocio del futbol es cada día más caro.

Hoy se pagan cifras descomunales por derechos de TV, y los clubes pueden tener acceso a dinero fresco para poder sustentar sus operaciones.

Pero alguien tiene que pagar lo que los equipos reciben anualmente... y vino el gran cambio entre los aficionados al deporte más popular del mundo.

La rutina de los fines de semana de las familias que se reunían para ver la jornada futbolera con el control remoto en la mano y dos televisores cambió de repente. El futbol ya no era gratis, ahora había que buscar un lugar dónde verlo, gastar en comida y bebida, o de plano incluir en el presupuesto familiar de la casa un contrato de televisión de paga.

Y así fue como llegamos al punto de pagar por ver un partido. El famoso PPE, que se había popularizado años antes en el boxeo, súbitamente se enquistó en el balompié.

En México, la Copa del Mundo Corea-Japón 2002, fue la primera que no fue transmitida en su totalidad por televisión abierta. Muchas personas, por la madrugada, buscaban afanosamente un lugar que estuviera abierto para ver algún partido o de plano pagar un contrato de 18 meses con DirecTV.

Una tragedia. Si no podía pagar y no había visto la guía de programación en el periódico, el aficionado tomaba su control remoto y cruzaba los dedos, en espera de que el partido que quería ver apareciera milagrosamente, tal cual un penal de último minuto marcado por Mark Geiger.

El mundo había cambiado.

 
 
EL HACKER
 
Al hablar de un hacker, el estereotipo casi obliga a imaginar un tipo brillante, solitario, poco sociable, que trabaja en un cuarto oscuro y es fanático de los videojuegos. Puede descomponer el mundo desde cualquier computadora, como una especie de mago que mueve los dedos con asombrosa velocidad en un teclado y conoce secretos que los demás ni siquiera se imaginan.

El cliché señala a alguien sucio, vestido de negro, con cabello desaliñado y lentes de pasta, pero, sobre todo, que tiene muy malas intenciones.

Pero Igor Seoane Miñán (1 de febrero de 1984, La Coruña) tiene 31 años, maneja un BMW y su empresa gana unos 17 millones de dólares al año. Y no, el dueño de www.rojadirecta.es no entra en el esquema tradicional.

Su padre, José Antonio Seoane Ares, es dueño de una importante fabrica de colchones en España. El dinero para ellos no es un problema.

Igor fue un niño prodigio, estudió en los mejores colegios de La Coruña y en una escuela de negocios de Cataluña. Sus padres buscaban que se mantuviera ocupado, pues no querían tener en casa un genio con demasiado tiempo libre.

Por eso lo mandaron a estudiar a Finlandia e Irlanda y a aprender varios idiomas: maneja inglés, gallego, portugués, italiano y francés.

Al igual que su papá, Igor es fanático del Barcelona y, como muchos, a veces se perdía los partidos del equipo por no encontrar un bar o restaurante, o por estar de viaje; como no siempre quería beber, pero sí ver el futbol, puso su creatividad a trabajar.

Era difícil era estar cerca de un televisor y de nada servía si la señal era restringida, pero siempre lo acompañaba su computadora.

Así nació Roja Directa en el 2005, que le genera una fortuna anual en anunciantes a través de Internet y, según la Liga BBVA, evita que empresas de televisión españolas dejen de ganar 509 millones de euros al año.

Es la página de Internet con la mayor cantidad de contenidos deportivos en streaming del mundo y vive en medio de un debate legal y ético. Naturalmente, Igor colecciona demandas en Europa y América, pero jamás ha pisado la cárcel.

 
 
ELEGANCIA
 
Apenas unos meses después de que comenzó a funcionar Rojadirecta, en España, fue citado a declarar a una comisaría. Cuando los demandantes esperan que se presentara el típico hacker, apareció un sujeto de traje, con los mejores abogados y la cabeza en alto.

Mientras sus acusadores trataban de convencerlo de que cerrara su página web, porque afectaba el negocio del futbol, reconocían que veían los partidos a través de ella.

Recibió amenazas de los abogados de las cadenas de televisión, le advirtieron que iban a arruinarlo, pero Igor permaneció calmado y serio. "Eso lo decidirá un juez", dijo.

En el 2007. Audiovisual Sport, presentó una querella contra él por delito contra la propiedad intelectual. El demandado llevó abogados especializados en el tema, que viajaron a La Coruña desde Barcelona.

Después de una sesión entre directivos de la televisora y abogados de ambas partes no pudieron llegar a un acuerdo. Los de Audiovisual Sport se fueron juntos a comer a un exclusivo restaurante de mariscos, a donde unos instantes después llegaron Igor y su padre, a bordo de un BMW Serie 7, para comer a unos metros de distancia. Días después, la televisora tuvo que darse por vencida.

En el 2011, el Departamento de Justicia de Estados Unidos cerró rojadirecta.org por reproducir o distribuir material con copyright sin autorización. Para ese entonces, la página ya era una verdadera amenaza, pues estaba dentro de las 100 más vistas del mundo con esa terminación.

Un año después, Igor consiguió que se le devolvieron los dominios. Después de todo, contaba con un buen equipo de abogados.

 
 
¿EL FINAL?

El 22 de junio de este año, la Justicia española, mediante un juzgado de Madrid, decretó medidas cautelares para el cese inmediato de las emisiones de Rojadirecta, por indicios de infracción de derechos de autor y un perjuicio irreparable para dos compañías demandantes, Mediapro y GolTV.

"Rojadirecta ha estado empobreciendo intelectualmente a este país al mismo tiempo que engordaba su cuenta corriente, como lo hacen todos los que contribuyen o consumen contenidos piratas", declaró para El Mundo, Jaume Roures, fundador de Mediapro, una de las grandes compañías de medios en España.

"Páginas como ésta se presentan casi como un servicio público cuando en realidad son un negocio que enriquece a unos pocos y nos empobrece a todos".

La defensa de Igor alega que Rojadirecta no aloja contenidos, sino que es una plataforma en la que usuarios suben enlaces y publican cosas. Es decir, que el dueño de la calle no tiene la culpa de lo que circule por ella.

Sin embargo, sí se trata de un catálogo ordenado de enlaces, exclusivamente deportivos, pero no han sido contratados como intermediarios, así que, según la Ley de Propiedad Intelectual en España, se trata de un servicio ilegal.

Pese a todo, Rojadirecta sigue funcionando y transmitiendo eventos deportivos, excepto los de Mediapro y GolTV.

Igor, mientras tanto, confía en que una vez ganará en los juzgados: "Al final vamos a ganar, pero habrá que pelear muchísimo. Nos acabará colocando en mejor posición este nuevo reto", comentó.

¿Legal o ilegal? ¿Ético o antiético? El debate continúa, aunque en casa de sus padres ya hubo un veredicto: su papá de Igor contrató televisión de paga para ver los partidos del Barcelona.

 
Mail: san.cadilla@mural.com
Twitter: @SanCadilla
 
 
 
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