Nulo criterio Durante el paso de Miguel Herrera por la Selección Mexicana, hubo varios jugadores que hicieron click con la familia del "Piojo", pero Paul Aguilar se los llevó de calle.
De ser un jugador al que Michel Bauer quiso poner transferible, Paul se convirtió en uno de los laterales derechos más rentables del futbol mexicano, cuando el "Piojo" se hizo cargo del América a partir de 2012.
A la par, hizo una buena relación con la familia, que de plano lo tenía como el consentidazo.
Por eso me pareció lamentable enterarme de que, al ver el pleito en el que estaba por meterse Herrera y que terminó por costarle la chamba como técnico, Aguilar se haya aventado la puntada de gritar "¡Hay tiro! ¡Hay tiro!", como refirió Luis García, sin tratar de evitar el conflicto y cuidarle la figura a quien tanto apostó por él.
Ahhh, tranquilidad Hace unos años, Michel Bauer no podía caminar en un aeropuerto sin toparse a algún aficionado que le pidiera un autógrafo o alguna grabadora esperando su opinión sobre el América.
El lunes, cuando había más de 50 medios en la Terminal 2 del aeropuerto, además de cámaras de TV, video, fotógrafos y demás, copando la salida internacional por si aparecía Miguel Herrera, el ahora directivo del área comercial de Televisa atravesó como Pedro por su casa.
Bauer no sólo pasó inadvertido en el aeropuerto, pues el sábado previo hasta se apareció en el entrenamiento del Tri en Filadelfia, donde platicó con Guillermo Ochoa y Diego Reyes, y allá tampoco lo asediaron.
Bendita tranquilidad.
Bienvenida poco cariñosa Al que ya me tundieron, y eso que todavía ni se para en una cancha para disputar un partido, es el refuerzo del Cruz Azul, el paraguayo Jorge Daniel Benítez.
El "Conejo" llegó sonriente el domingo pasado para cerrar su contratación con La Máquina, pero luego se sacó de onda por los comentarios que una persona le lanzó en la Terminal 1 del aeropuerto capitalino.
El atacante estaba por subir al elevador, acompañado de su representante y de un amigo además del chofer que los celestes dispusieron para su traslado, cuando un aficionado le gritó que le pusiera algo más que ganas.
Ahí la cosa todavía iba tranquila, hasta que esa persona criticó la llegada de Benítez, a quien dijo que seguramente venía a robar y preguntó que por qué traían puros petardos.
El momento fue tan tenso, que hasta el chofer se alertó y le pidió que se retirara.
Benítez abordó el elevador un poco sorprendido por lo que vivió, y eso que todavía no salta a la cancha.
Que se espere al Estadio Azul.
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