"Nunca le eché mala vibra a un oponente, pero tampoco le eché porras".
Arnold Palmer, profesional del golf Mi amable foursome de lectores no tiene porque saber desde dónde estoy escribiendo estas líneas, pero sí que mi afecto por Saint Andrews es "Major". Justo donde se jugó el Abierto Británico la semana pasada, aunque haya terminado ayer.
Es una emoción indescriptible ver que un torneo de tan mayúscula importancia se lleve a cabo donde un servidor ha jugado torneos de envergadura. Nunca me tocó jugar el Abierto Británico, pero sí la Copa Alfred Dunhill Cup, magnífico torneo entre países en los 90.
Este año, Saint Andrews mostró un cara razonable, a pesar de padecer una clima incontrolable y fuertes vientos con bajas temperaturas, lo digo así porque en verano el campo es muy accesible por más que el viento haga presencia. Es diferente enfrentar un torneo con una temperatura de 11 grados que uno con 2 o 3 grados en octubre, cuando se jugaba la Copa Dunhill.
Creo que todos esperábamos que en la Casa del Golf se escribieran más líneas de la gran historia de este fabuloso deporte si ganaba Jordan Speith su tercer "Major" al hilo para intentar lograr el "Grand Slam" del golf, algo que nadie ha podido hacer en tiempos modernos: el Master, el Abierto de EU, el Abierto Británico y el PGA Championship en un mismo año.
Speith está jugando de forma maravillosa, con una facilidad especial que poco impresiona, pero se mete en la pelea de cualquier torneo. Pareciera que juega sin esfuerzo o sin hacer algo especial, simplemente la regularidad y habilidad de meter putts valiosos lo ponen en la pelea, sin embargo, en Escocia fue el mismo putt que le impidió escribir esas líneas.
En los cuatro días tuvo un total de seis tres-putts y un cuatro-putt. Al final, un angustioso bogey en el dificultoso hoyo 17, y no hacer birdie en el hoyo final, lo dejaron a un golpe fuera de las horas extras por la Jarra Claret.
Con un score de 15 abajo del par terminaron Zach Johnson, Marc Leishman y Louis Oosthuizen, quienes, después de terminar en menos 15, se fueron a un desempate con score stroke play agregado sobre los hoyos 1, 2, 17 y 18, los cuales los jugó Johnson en uno abajo del par para vencer a sus dos rivales.
Johnson es un guerrero que pasa por debajo de los reflectores; por increíble que pareciera tiene en su haber 11 torneos del PGA Tour, incluyendo un Masters, y ahora un Abierto Británico.
Un solo golpe impidió jugar el desempate, o dos, ser un campeón directo a un Speith que se confirma como el jugador que borrará la era de Tiger Woods. Efectivamente, tendrá unos súperrivales en Rory McIlroy y Ricky Fowler, y más el que agregue en el camino. Veo que el golf profesional inicia una mejor etapa.
Hasta el próximo green.
rafaelalarcongolf@gmail.com Twitter: @ralarcon2009 |