Los cambiaron
 
 
Si alguien me dice que algunas de las estrellas de la Selección Mexicana fueron cambiadas, pues sí le ando creyendo.

Anoche frente a Costa Rica dieron más pena que el resto Carlos Vela y Héctor Herrera, quienes de plano no estuvieron finos como de costumbre, bueno, en sus clubes, porque con el Tri nomás nada.

Se me hace que a Carlos se le apagó la vela, porque tuvo dos oportunidades claras y las definió peor que amateur, pero no le recuerden de los goles que hace en la Real Sociedad, porque para pronto aparecen las sonrisitas.

Aquella gran zancada de Herrera, la cual iba acompañada de ideas para manejar la pelota, cuando filtraba pases o disparaba, no se sabe dónde ha quedado. Ojalá no traiga algún problema familiar fuerte, porque no es normal el nivel que se está mandando en la Copa de Oro.

No quiero ni justificar ni entender a Miguel Herrera, pero ante los ticos sus muchachos anduvieron muy flojos y ni modo que él entre a la cancha a anotar los goles casi hechos. Una vez pareció uno de esos festejos del "Piojo", en el parece que está poseído.

Si antes del partido había dudas, ahora, aunque estén en Semifinales, existen aún más. No se nota un líder dentro del terreno de juego, nadie se muestra como un referente y, si no es porque Andrés Guardado de vez en cuando agarra los hilos del equipo, nadie se atreve.

Como bien dicen en el mundillo del futbol: hay revanchas. Pues les tocó gozar de un #NoEraPenal, mismo que Guardado cobró con seguridad cuando el tiempo extra del partido estaba a punto de terminar.

Lo que hoy puede agradecer el Tri es que en la Concacaf se le han presentado más facilidades para ganar el título que un ¡Lléveselo a pagos facilitos! o ¡El que nada debe, nada tiene!

 
 
 
 
Buen premio
 
 
Ser aficionado de la Selección es un asunto de paciencia y no sólo por los resultados.

El viernes hubo varios valientes, y seguramente muchos ociosos, que invirtieron toda su tarde y gran parte de la noche para cazar autógrafos. Desde el mediodía fueron llegando al hotel del Tri en Nueva Jersey los aficionados y la voz se fue corriendo, al grado de que ocho horas después ya eran unos 50 los que aguardaban.

Después de que le metieron una corretiza a los seleccionados que regresaban de su tarde libre, el personal de seguridad prometió sacarles a dos futbolistas si se tranquilizaban y esperaban atrás de una valla.

Los segundos se hicieron minutos y estos se convirtieron en dos horas, suficientes para quebrar la moral de muchos que prefirieron emigrar, pero de pronto aparecieron Javier Hernández y Miguel Layún para atender a los perseverantes y agradecerles, de alguna forma, la fe en tiempos de tormenta.

 
 
 
 
Matosas bilingüe
 
 
Vaya que Gustavo Matosas se siente como pez en el agua al frente del Atlas.

Ya les había platicado cómo el uruguayo ha cambiado el humor dentro del plantel con diversas actividades, pero ahora hasta se avienta conferencias de prensa en inglés.

Esto se dio antes y después del partido del Atlas ante el Newcastle de Inglaterra, dónde el uruguayo demostró que no sólo sabe vestir, sino también mastica bien el inglés, lo que agradecieron los periodistas de Milwaukee.

Caso contrario de nuestro técnico nacional, Miguel Herrera, quien la pasó mal en Baltimore y no sólo por el sufrido empate de México ante Trinidad y Tobago, sino también con las preguntas de los periodistas locales.

Haciendo cara de "¿what?" tuvo que esperar a que el intérprete se la tradujera y luego el "Piojo" se aventó respuestas más largas que la cuaresma, haciendo prácticamente imposible que le siguieran el ritmo.

Chale, a ver si luego no sale Herrera haciendo algún comercial de una escuela de inglés.

¡Mejor no doy ideas!

 
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