Terminó la Copa América y ahora todas las baterías están enfocadas en la Copa Oro.

Por supuesto, están las televisoras, porristas, no porristas, jugadores, aficionados, seguidores, no seguidores, a favor y en contra de la Selección o Miguel Herrera.

Hay dudas contra Cuba, sí, contra Cuba; imagínese qué será cuando se enfrente con una potencia de mayor nivel.

Pero bueno, México ha bajado en la clasificación mundial al lugar 40 y quizá aparezca más abajo, simplemente porque en los últimos partidos no ha hecho absolutamente nada y el "Piojo" Herrera perdió la línea, la dirección.

La va a encontrar, con Cuba, Trinidad y Tobago, Guatemala, sí, la va encontrar en la Copa Oro, de los torneos más bajos en calidad futbolística.

Por cierto, a pesar del gran equipo que tiene Argentina, con Lionel Messi, Sergio Agüero, Ángel Di María y Javier Mascherano, fantásticas figuras, no pudo ganar la Copa América.

Fue para Chile, que tiene sus buenos jugadores. Argentina, para que se den una idea del futbol actual, de la Copa del Mundo que fue finalista y también de la Copa América. Todos sus jugadores titulares, Messi, Agüero, Di María, a excepción de alguna lesión o alguna baja, no han parado de jugar en un año entero y se quedaron sin los dos títulos.

Por cierto, interesante que ningún funcionario importante de la Conmebol apareciera en la Copa América. Todos andan escondidos, perseguidos por la justicia. Joseph Blatter ni siquiera apareció en el Mundial femenil, que ganó Estados Unidos por paliza de 5-2 a Japón. Según me indican, la Final tuvo una audiencia cercana a 20 millones de televidentes, lo cual es altísimo para un evento futbolístico de mujeres.

No olvidemos a la MLS, que sigue incorporando jugadores veteranos y algunos no tan veteranos en sus filas.

Volviendo al tema de la corrupción, eso de que Blatter no sabía cuáles eran los negocios de sus colaboradores... por supuesto que sabía de los negocios y la corrupción.

Es un hombre que lleva desde hace 40 años en la FIFA y en puestos clave, pero bueno, si Blatter supiera o no de la dimensión de la corrupción que había en América, sobre todo en la Concacaf y la Conmebol, sabría por supuesto qué directivos estaban en estos negocios y también las trampas que hacían: dopaje o no dopaje, clembuterol o no clembuterol, comprar o vender sedes, en Concacaf, Conmebol y hasta la Copa del Mundo.

 
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