Amables aficionados: hace unos días falleció Danny Villanueva, quizá un nombre desconocido para una gran mayoría de los aficionados jóvenes a la NFL. Sin embargo, en su momento fue un personaje muy importante, un "abre caminos", ya que llegó a ser el primer pateador de origen hispano en la Liga.
Jugó con los Carneros de Los Ángeles de 1960 al 65, y terminó su carrera con Dallas en 1967. Hacía todas las especialidades, ejecutaba patadas de salida, puntos extra y goles de campo, así como despejar. En 1962 fue líder de la NFL en despejes e implantó una marca del equipo con un gol de campo de 51 yardas.
Su sueldo con los Carneros era de 5 mil 500 dólares al año. Al ser firmado por los Vaqueros le aumentaron a 15 mil anuales, lo cual provocó el comentario de Villanueva de que "se había muerto e ido al cielo". Con Dallas impuso una marca de 56 puntos extra conectados al hilo.
Al retirarse de la Liga continuó con su trabajo que realizaba fuera de temporada desde el inicio de su carrera, cronista deportivo en una pequeña estación en español de Los Ángeles, KMEX, pero ahora como director de noticieros. De este modesto inicio fue creciendo lo que terminó siendo un imperio de los medios y convirtió a Villanueva en inmensamente acaudalado.
Aprovechando con mucha visión el creciente mercado hispano en Norteamérica, fue añadiendo estaciones hasta concretar lo que fue la Internacional Communications Corp, la que se transformó posteriormente en Univisión.
Es una de las grandes historias de éxito. Daniel Darío Villanueva fue el noveno de 12 hermanos, y nació en una pequeña choza en Tucumcari, Nuevo México, aunque vivió toda su niñez en Caléxico, donde su padre, un ministro metodista nacido en México, atendía a los trabajadores migrantes de los campos agrícolas de California.
Eventualmente obtuvo una beca para estudiar y jugar en la Universidad de Nuevo México, de donde fue seleccionado por los Carneros. Terminó, junto con su esposa Myrna, donando millones para causas educativas y de caridad.
El éxito de Villanueva como pateador le abrió las puertas a la fila de sucesores mexicanos. Efrén Herrera y Rafael Septién en Dallas, además de Raúl Allegre, Sergio Albert y los primos Zendejas.
Esto terminó cuando los norteamericanos aprendieron a patear de lado y sus universidades ahora los proveen de estos especialistas, pero Villanueva fue el precursor y hoy lo recordamos. Por ahora, hacemos una pausa...
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