Crónica de un adiós anunciado 10:00 horas del miércoles: Inicia el Draft de la Liga MX y Veracruz no planea vender a ningún futbolista de su columna vertebral.
11:00 horas: Los Tiburones Rojos se enfocan en validar la compra del central Leiton Jiménez, quien estuvo en el conjunto jarocho a préstamo del Querétaro.
17:00 horas: Gallos Blancos desconoce el acuerdo que el Veracruz tenía con ellos para adquirir al zaguero, pues lo había pactado con la anterior administración del conjunto queretano.
19:00 horas: Ambas directivas platican largo y tendido; incluso, el timonel de los escualos, Carlos Reinoso, dialoga fuera del salón del Draft con Arturo Villanueva, presidente del Querétaro.
21:00 horas: Gallos Blancos reconoce el acuerdo previo y el Tiburón amarra a Leiton, pero éste sabe de una oferta del Tijuana y pide salir.
23:25 horas: Después de mucho dialogar, el Veracruz cede y suelta a Xolos al considerado mejor defensa central del último torneo, a cambio de una lana y de Joe Corona.
23:26 horas.- La gente de Veracruz seguramente sintió que se le hacía una grieta en el estómago, pues luego de pelear todo el día por retener a su jugador, este salió con la chistera de que se quería ir... Vaya gratitud.
Pequeñas coincidencias En estos días de Draft es bien fácil darse cuenta de cómo apenas llega un técnico a un equipo y empieza a pedir y a pedir jugadores porque "se acomodan a su sistema de juego", pero a la hora de revisar se da uno cuenta de que muchos de sus refuerzos pertenecen al mismo representante del propio entrenador o que ya antes anduvieron paseando por todos los equipos en los que el citado DT trabajó.
Y me llama la atención el caso del jugador Uriel Álvarez, nueva contratación de los Xolos y quien, muy casualmente, ha estado casi en todos los equipos dirigidos últimamente por Rubén Omar Romano, desde que el defensa salió al profesionalismo con Santos.
Ahí apareció con Romano en la banca, luego el técnico argentino anduvo en Morelia y allá se lo llevó, después llegó al Puebla y también apareció Álvarez, y ahora que Rubén estará en el club canino, resulta que también llega Uriel.
Entiendo que pueda gustarle mucho cómo juega, pero los que están un poco metidos en el ambiente futbolero me comentan que casi cada vez que un jugador se contrata con nuevo club recibe un porcentaje de su transferencia y de ahí tiene que darle un poquito o un muchito a su representante, al que lo recomendó, al que llamó una vez por teléfono a un directivo, etc., etc.
Tampoco quiero caer en recordar el caso de que José María Cárdenas, que ahora también estará en Tijuana, cambia y cambia de equipo y también casi como por casualidad aparece en donde están técnicos de la llamada escuela lavolpista, como José Guadalupe Cruz, Miguel Herrera, Sergio Bueno y... Romano.
Qué chiquito es el mundo, ¿verdad?
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