Los contrastes continuos entre la victoria y la derrota ayudan a hacerse una idea más exacta de la vida.
En el fracaso se ventila a quienes poseen clase y dignidad. La derrota pone a todos a prueba. Por eso, cuando por fin los tuyos alcanzan la victoria te sabe a caviar.
Y perpetuamente vives de ella, como la tarde en la que Mateo Bravo voló atajando penales en el Azteca o cuando el "Abuelo" Cruz marcó frente al Tampico Madero el tanto que selló el primer título de Liga para el Monterrey.
El llamado seguidor es y seguirá siendo un ente cruel que tira piedras en el manantial donde bebe. Ahí está el trato que ha recibido Iker Casillas de un sector del Real Madrid.
Bueno, hasta Xavi Hernández -emblemática figura del Barcelona- se sumó a la defensa de quien en la selección española levantó la Copa del Mundo en el 2010: "Me sabe mal lo que pasa con Iker, creo que está sufriendo y no se lo merece. La gente tiene que hacer más memoria".
Y eso que Casillas ha ganado cinco Ligas y tres Champions para esos despiadados. Por desgracia, las cosas en el Nuevo Mundo no son diferentes.
Sólo basta recordar como el Universitario despidió a Don Carlos con un estruendoso "¡chin... a su ma... Miloc!".
Ahora, los mismos podridos que habitan en las gradas, ya tienen un nuevo justificante para desatar sus frustraciones, porque imagínese usted, si el Real Madrid va a correr a Carlo Ancelotti, quien ganó la décima Champions 12 años después, tan pronto se presente otro resultado adverso, sin duda que los Tigres pedirán la cabeza de Ricardo Ferretti.
Idéntica situación vive Luis Miguel Salvador, aunque debemos apuntar que, para los directivos, reconocer un error es peor que cometerlo.
En una sociedad donde vale eso de "ojo por ojo y diente por diente" algunos dirigentes tampoco tienen empacho en ejercer represalias contra quien ose señalar lo que no les conviene.
Ahí está el veto a esta sección CANCHA, por el simple hecho de publicar que en apego a reglamento, Mohamed no debió estar en el vestidor durante el Clásico mientras adeudaba juegos de suspensión.
De igual forma, no permiten que su servidor invite a alguno de sus jugadores a los espacios donde colaboro y, de esto, ya van más de 2 años, aunque poco importa cuál de mis opiniones les disgustó.
José, Luis Miguel, Tonatiuh, ¿no se han dado cuenta de que el humor del Club donde sólo colaboran debe ser netamente institucional y no particular? Con esta pose equivocada, ¿qué diferencia hay entre ustedes y los que desde la tribuna con crueldad les gritan: ¡Ya lárguense!?
PD. La crueldad, como cualquier otro vicio, no requiere ningún motivo para ser practicada, apenas oportunidad. Pero como advierte Confucio, "antes de empezar un viaje de venganza cava dos tumbas".
Lo escrito, escrito está.
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