El fuego de las Semifinales comparte ardor con los movimientos en varios equipos que se revuelven sobre sus cimientos.

A los dos partidos de hoy les acompañan como aderezo en las mesas futboleras las dudas sobre lo que sucedió en el América para que saliera Gustavo Matosas, sobre el fin de la relación de Cruz Azul con Luis Fernando Tena y el ingrato pago a José Guadalupe Cruz que sale de un Puebla recién salvado y con un cambio de presidente que no le hará bien porque implica empezar de nuevo.

El León da a conocer su lista de transferibles y eso hace recordar lo que su técnico dijo después de uno de tantos partidos aciagos: que el plantel necesitaba hacer muchos cambios para aspirar a ser grande otra vez.

La explicación sobre la salida de Gustavo Matosas tiene que ver con esa misma cantaleta: pidió cambios en el plantel que no pudo ni quiso satisfacer su directiva porque no puede gastar una fortuna cada seis meses para armar su equipo.

La comparecencia de ambos en la conferencia de prensa al alimón fue como la de los padres que citan a sus hijos para anunciarles su divorcio. Ambos hablarán lo mejor posible de su contraparte, dirán que la vida juntos fue un encanto, pero que hay detalles que hacen tomar la decisión.

Siempre se queda algo sin decir. Siempre hay motivos que no se pueden revelar. Y lo más importante en estos casos, es el deseo de seguir juntos el camino o de no hacerlo. Evidentemente, Matosas y América no encontraron puntos de negociación. Más allá de los desacuerdos normales en la convivencia diaria de un equipo exigido que a la larga no pasó la ronda de Cuartos de Final en la que recibió siete goles, las distancias habrán sido insalvables.

América parece un equipo come-técnicos, pero se mantiene como triunfador. Difícil es encontrar un semestre en los últimos tres años sin un logro importante. Impera la estructura por encima de los deseos del director técnico. Igual que otros equipos como Santos Laguna, su plan está por encima del encargado del momento.

La pregunta radica en por qué algunos técnicos quieren tantos cambios a lo que ya funcionó. León, por cierto, no pone disponible al menos por ahora a ningún consagrado.

En cuanto a las Semifinales, parecería que el cielo se le abre a Chivas pero se sabe que no hay rival pequeño y Santos Laguna, que salvó el fracaso de la campaña en el kilómetro 42, tiene un plantel volátil pero peligroso si se conecta.

Pachuca y Querétaro vivirán una Semifinal impensada y con diferentes virtudes: los Tuzos, sin sus dos puntales Sub 20, tienen velocidad y dinámica. Gallos, sin Orbelín, un encargado de laboratorio que sabe de todas las pócimas.

La semana tiene sabor futbolero con todo y sus misterios.

 
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