foto
En manos de cualquiera
Francisco Javier González | 18-05-2015
en CANCHA
compartir por:
Quisiera utilizar muchas palabras para preguntar por qué Gustavo Matosas obligó a sus jugadores a una hazaña cuando por la lesión de "Chepe" Guerrero, hizo un cambio temerario prescindiendo de cualquier medio de contención a los quince minutos de partido. Aunque estuvo a pocos minutos de salirle, forzó prematuramente un toma y daca que no era conveniente.

Su ansiedad fue contagiada al interior del terreno.

Quisiera preguntar por qué el Atlas se descompuso de tal manera ante un Guadalajara certero y contundente que le terminó pasando por encima en la justificación de Marco Fabián como el hijo pródigo que regresó al Rebaño.

O ensalzar a Santos Laguna con su trabajo científico y paciente que le dio tiempo a su toma de decisiones y terminó derrotando a un líder distraído e indolente gracias a su propio orden y hambre.

O a un Querétaro que completó la obra en Veracruz eliminando a un Tiburón que perdió gas en cuanto se supo salvado y perdió el riel para seguir adelante.

Pero las líneas de este lunes tienen que ser dedicadas a otra cosa. A la preocupación por los inadaptados que aparecen en nuestros estadios o los de otros -como el de Boca en Argentina, como en el Jalisco y otros más- y siembran la inseguridad en nuestros estadios.

¿En manos de quién está la industria del futbol mexicano con sus complejos y costosos mecanismos? ¿Estará sometida a un grupo de inadaptados que atentan contra la propia intención de quienes le brindan una oferta de pasión y entretenimiento?

El mensaje de Gustavo Guzmán, presidente del Atlas, es ejemplar: no importa lo deportivo, quién haya ganado o perdido. Lo primordial es salvaguardar el espectáculo que es importante para millones de aficionados. No ser rehén. Y combatir tanto al personaje que salta enloquecido al terreno de juego como se ha hecho costumbre, como a la turba que desea imponer su falsa religión.

La Liguilla es una fiesta ensombrecida por gente que toma al futbol como excusa para cualquier cosa. Una fiesta deportiva invadida por intrusos.

Pasaron los últimos cuatro de los clasificados y eso implica gran mérito porque nunca, desde 1970-71 -inicio de las Liguillas- había ocurrido.

Al mismo tiempo, confirma lo competitivo de una Liga en que la distancia del primero al undécimo lugar fue mínima.

Nuestro futbol es bueno y competitivo. Mejor que algunos de los infiltrados que tiene en la tribuna, que hoy distraen el mensaje estrictamente deportivo.

Estamos contaminados y algo hay que hacer. Ojalá sea determinante.

 
Twitter: @fj_tdn
 
fjgonzalez@reforma.com
 
 
 
 
 
 
 
 
compartir por:
C.P. por la Universidad La Salle. Ingresó a los medios a los 14 años. Trabajó en radio y en 1985 ingresó a Imevisión, hoy TV Azteca, donde permaneció 16 años. Ha ocupado, entre otros cargos, la Jefatura de Deportes de TV UNAM, de Noticiarios Deportivos de Imevisión, la Gerencia de Deportes de Grupo Acir y, actualmente, las direcciones de contenidos de Estadio W y de Estadio W para la cadena SKY. Ha cubierto 7 Mundiales de fútbol y 4 Olimpiadas.
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Francisco Javier González?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
Platos rotos en Madrid
14-05-2015
Arrancan en cero
11-05-2015
¿Habría un mañana?
07-05-2015
El último sábado en Primera
04-05-2015
Épico pero no histórico
30-04-2015
La Fiesta
27-04-2015
Agua en el desierto
23-04-2015
Al menos meter las manos
20-04-2015
¿Y el futuro chiva?
16-04-2015
Luces rojiblancas
13-04-2015
Hazaña y confirmación
09-04-2015
La convicción por delante
06-04-2015
Incongruente
02-04-2015
Ochoa: vigencia en pausa
30-03-2015
El encanto del Tri
26-03-2015
Temblor en Coapa
23-03-2015
Reaparece el balón cuadrado
19-03-2015
Los dientes de la chiva
16-03-2015
Otras columnas
San Cadilla
SAN CADILLA
Bonifacio Núñez Vega
Influye
Bonifacio Núñez Vega
Sin cuestionamientos