Moral maleable El futbol mexicano tiene una gran facilidad para acomodar sus reglamentos y, principalmente, su moral, como mejor le conviene para no dañar a ciertos personajes que parecen intocables por quién sabe qué extraña razón.
Resulta que me pasaron el dato de que el árbitro Fernando Guerrero sí reportó en su cédula que una persona que entró a la cancha desde la tribuna hizo contacto con él y le propinó un golpe, lo que de inmediato debía generar en la Comisión Disciplinaria un veto de estadio, en este caso al Corona de Torreón.
Sin embargo, ya vimos que a pesar de que el señor Guerrero hizo bien su trabajo al reportar en el documento oficial lo que ocurrió, pues por allá arriba a alguien le valió lo que se festejó al día siguiente (el partido fue el 9 de mayo) y, como pasa con muchas cosas que luego se pierden en el camino, pues de pronto la Disciplinaria sólo amonestó al Corona y no lo vetó.
Pero eso no es todo. Como imaginarán, en la Comisión de Árbitros el tema enardeció y me refiero al jefe técnico, Edgardo Codesal, porque el otro mando... bueno...
Codesal luego luego quiso sacar la espada para protestar la decisión de la Disciplinaria, pero de la misma forma en que se dio la decisión de sólo amonestar, pues que me lo calman y al son de "aguanta un poco", le dieron carpetazo al asunto, lo que dejó a Guerrero y a Codesal con las tripas hechas nudo.
Así que, de momento, el equipo de uno de los directivos que tienen la vara alta en el Comité de Desarrollo de la Liga MX (¡gulp! ¿será por eso?) la libró y podrá jugar en su estadio...
Pero acueeérdense quién les enseñó a los árbitros a buscar el mínimo resquicio para compensar, por lo que me gustaría pedirle a Santos Laguna que se meta en la cabeza que cualquier error arbitral, pues... es de humanos.
Les llueve sobre mojado Las fuertes lluvias que han azotado a la Ciudad de México ya le pasaron factura a las instalaciones de La Cantera de Pumas, las cuales lucen como si les hubiera pegado un huracán.
Aunque en realidad la situación no es para tanto, lo que sí es que la Lunaria, una zona cubierta por una carpa entre los edificios de la sede felina, quedó rasgada y ahora parte de ésta se encuentra colgada y otra en el piso.
Esta contrariedad obligó a que se tuvieran que retirar el busto del ex presidente Guillermo Aguilar Álvarez y algunas esculturas de vidrio que conmemoran los títulos que ha ganado el equipo en su historia, ubicadas abajo de la Lunaria.
Tal parece que en Pumas la reconstrucción tendrá que iniciar desde la mismísima Cantera, donde espero que no batallen tanto, porque cuando se pasen a querer arreglar el desastre que hay en la plantilla del equipo, ahí sí van a sufrir, y eso que por ahí no hubo ninguna tromba...
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