Ya sabemos. Lo que pase en la Liguilla no es necesariamente la continuación de la temporada regular.

Es un espacio al que hay que llegar de alguna manera para poder jugarlo. Pero que hace que muchos equipos actúen distinto, sea para bien o sea para mal.

Hay mil ejemplos de líderes que se desinflan, como un balón que de tan hinchado sufre un cambio en su interior y pierde aire. Empieza a botar bofo. Deja de servir.

Jugar la Liguilla es enfrentarse a la cajita de toques de Garibaldi: a ver quién se atreve a asirse firmemente de los clavos para aguantar las descargas. A ver quién es el que más voltaje resiste y termina dando la vuelta olímpica. Para imponerse se necesita valor, técnica y saber hacerlo.

El torneo regular ha sido trepidante. Los primeros tres clasificados amarraron hasta la penúltima fecha. Los demás supieron su situación y ubicación hasta el silbatazo final del último partido.

Algunos perdieron gas de manera alarmante en la recta final del torneo. Xolos de Tijuana, que alegraron la primera parte del torneo, le quitaron lo invicto al Veracruz en la décima fecha y no volvieron a ganar un solo partido.

Cruz Azul, de manera increíble, ha quedado fuera después de dar un partido que tuvo dos vergüenzas: la de UdeG que respondió como el que está a punto de perder algo importante y decide arrebatar para componerlo. La otra, la de La Máquina ante sus aficionados, su historia y su presente.

Lo que le haya dicho "Chaco" Giménez al árbitro asistente para ser expulsado a los 42 minutos será lo de menos. Cruz Azul impotente, ineficiente e impredecible, volvió a quedar mal. Muy mal. Tiró la sopa en el mantel cuando estaba invitado al banquete y terminaron arrojándolo a la calle.

Puebla mostró gran espíritu para resolver la permanencia por sí mismo. Le puso drama a la noche del sábado, fajándose más que el "Canelo" cuando las cosas se le pudieron difíciles. Durante un buen rato estuvo descendido y terminó sin poder voltear al Azul para ver si le hacían el favor los Cementeros.

En fin, que el resto del camino lo empiezan a transitar sólo los sobrevivientes.

Hay algunos en gran momento. Querétaro ganó 6 de sus últimos 7 partidos. Tigres y Atlas, 3 de 4. América hiló dos victorias apenas por segunda vez en la campaña. Santos Laguna venció 4 veces en sus 6 más recientes salidas.

Hay que saber jugar Liguillas. Quedamos que la historia es diferente a la campaña regular. Viene lo mejor. Donde sólo ganan los que también son mejores.

Quienes terminaron afuera de la fiesta lo merecieron sin duda. No pudieron sostener el ritmo frenético de una campaña atractiva que terminó haciendo justicia.
 
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