El precio de la revolución Ahora que se soltaron los rumores sobre el cambio de timón en el Cruz Azul, los cuales apuntan directamente al regreso de Rubén Omar Romano, dejen les cuento que la cosa no es tan fácil como decir "ya retaché".
Resulta que las pretensiones de Romano rondan el millón de dólares anuales, es decir, una quincenita de 646 mil pesitos, lo cual me cuentan no está dentro del presupuesto que se tiene contemplado.
La gran bronca es que en esta ocasión no sólo se trata del sueldo del estratega, sino también de una reestructuración del plantel, pues se quiere traer a varios jugadores por los que se pagarían cantidades bastante fuertes, siempre con la idea de darle una sacudida al actual plantel, que ha hecho del fracaso y el ridículo una insana costumbre.
Y aunque en la lista de técnicos hay otros nombres, otro problema es que no son parte de la cartera del promotor de cabecera del club, lo que complica más la situación.
Se recupera Arias El que apura su rehabilitación para estar listo para la vuelta de la Final del Clausura 2015 en el Ascenso MX es... el técnico Raúl Arias.
Me contaron que el timonel del Atlético San Luis ha presentado algunos problemas en una rodilla, razón por la que al final de los entrenamientos, se mete al gimnasio para rehabilitarse.
Arias le invierte cerca de 20 minutos a algunos ejercicios para sacar adelante esas molestias que no llegaron tras algún percance sino que son parte del precio de cargar con 57 años cerca de las canchas.
Ojalá que se recupere pronto, pero si no logra remontar el 3-0 en contra de la ida con Dorados, creo que tendrá tiempo de sobra para atenderse mejor.
'Tavo' el colado La libreta de mañas de Octavio Pérez tiene varias páginas desconocidas, al menos para quienes controlan la seguridad del Estadio Morelos.
El tristemente célebre espontáneo que se saltó en la Semifinal del Clausura 2011 y tuvo un altercado con jugadores del Cruz Azul se las ha arreglado para entrar a los juegos del Morelia pese a que se supone pesa sobre él un veto del club, que acabará cuando le reponga la multa que debió pagar por su chistosada de hace 4 años. ¿Su secreto? sencillamente no avisa que va a tratar de ir y a quienes le preguntan se los niega por aquello de los chismes y así, como Pedro por su casa, llega y se instala en la tribuna como en el juego ante Gallos del viernes pasado.
Lo bueno fue que al "Tavo" no se le zafó de nuevo un tornillo y se saltó en busca de su otro ídolo, Ronaldinho, no fuera a ser que lo tundiera peor de como lo hizo el "Chaco" Giménez. Aunque en el caso del brasileño uno nunca sabe, igual y se hubieran hecho brothers y acababan en uno de esos barecillos de "chicas buena onda" que hay sobre el Libramiento de Morelia... Vaya usted a saber...
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