Políticamente incorrecto "Lo que quiere Zlatan es marcar más goles". Esa podría ser la frase de algún técnico que dirige al futbolista sueco más exitoso de los últimos años o uno de sus compañeros de equipo, pero no es así.
Esa frase es la representación del ego hecho futbolista, una oda al egocentrismo de un hombre cuyo talento podría ser incluso mayor que el de Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, pero que, para su mala fortuna, son sus contemporáneos.
Zlatan Ibrahimovic (Malmo, Suecia, 3 de octubre de 1981) suele hablar de sí mismo en tercera persona. Es un crack incomprendido que podría ser descrito como políticamente incorrecto, pero que en estos tiempos de frases comunes y reservadas, le han dado un toque que se había perdido en el futbol.
"No me gusta la idea de ser el segundo o tercero. Eso para mí es ser el último: soy el primero o nada", ha expresado Zlatan en más de una ocasión, pero ha estado relegado precisamente ser el tercer mejor futbolista del mundo, siempre detrás de Messi y Cristiano Ronaldo.
Deportista incomprendido y un personaje fuera de lo común, por donde se le vea Zlatan es de esos personajes que la afición agradece más tener cada fin de semana que a aquellos de condiciones excelsas y brillantes, pero que poco aportan al espectáculo.
JESUCRISTO DE MALMO Consagrado como un semi dios del futbol mundial, con títulos de goleo y campeonatos, una de las últimas puntadas de Ibrahimovic fue la de compararse con Jesús, listo para hacer milagros en la cancha.
El italiano Marco Verrati recordó una anécdota entre el sueco y el entonces técnico del París Saint Germain, Carlo Ancelotti, previo a un duelo decisivo por el campeonato francés del 2013.
"Nos preparábamos para jugar contra el Lyon; Carlo Ancelotti estaba un poco tenso, así que Ibra se le acercó y le preguntó si creía en Jesucristo. El técnico dijo que sí. 'Bien, pues lo tiene usted delante, así que ya puede relajarse'. Zlatan es así, tiene una autoconfianza increíble", narró Verrati.
Con esa confianza, ¿cómo no maravillarse con lo que puede ofrecer cuando sale inspirado?
Sus maravillas en la cancha comenzaron a darle la vuelta al mundo cuando apenas despuntaba como futbolista, en el Ajax de Holanda. En un juego contra el NAC Breda, se quitó a siete defensas con base en su fuerza y técnica, en una jugada que envidiarían Diego Armando Maradona y Pelé.
Su remate con una poco ortodoxa chilena desde fuera del área, con la Selección de Suecia frente a Inglaterra, en el 2012, rompió el récord de descargas en Youtube en ese año.
Sus goles son verdaderas pinturas como las que pocos pueden presumir, incluso ni los mismos con los que siempre ha competido y que terminan ganándole en la carrera por ser el mejor.
DEL MUELLE AL CIELO Corto de estatura en su época de adolescente, Zlatan se crió en un barrio de inmigrantes, un ghetto. Su padre es bosnio y su madre, croata. La vida del que hoy es uno de los futbolista mejor pagados del mundo no fue sencilla, tanto así que estuvo a punto de trabajar en los muelles.
Llegó a robar bicicletas para acudir a los entrenamientos de su primer equipo, el FBK Balkans, y desde muy joven dio esbozos de lo que podría llegar a ser.
Ibra comenzó a despertar el interés de visores de otros países cuando, en un partido que su equipo perdía 3-0, fue llamado de la banca para tratar de resolverlo.
El habilidoso delantero no sólo lo consiguió, sino que apagó cualquier duda. El Balkans le dio la vuelta al marcador y terminó ganando 8-3, todos, goles de su estrella.
Leo Beenhaker lo ubicó y no lo dejó ir. El Ajax pagó 9 millones de euros por el muchacho de 18 años, una cantidad estratosférica, pero si algo sabe hacer el experimentado entrenador es descubrir talentos.
LAMBORGHINI VIOLETA Excéntrico dentro de la cancha, también tenía que serlo fuera de ella y para muestra está su capricho luego de fichar con el Ajax, donde tomó forma su camino hacia el éxito.
Además de los 9 millones de euros por los que llegó al club holandés, una de sus peticiones, sino que la única, fue tener un Mercedes Benz a su llegada a Amsterdam, sin embargo, la excentricidad llegó después, cuando cumplió uno de sus sueños, comprar un Lamborghini Diablo color morado metalizado.
Tal capricho traspasó fronteras y quedó para la posteridad, pues en el 2011, en una visita del Milán, donde ya jugaba Ibrahimovic, a Malmo, los ultras del equipo sueco le dedicaron una manta gigante a su hijo pródigo. En ella aparecía el rostro de Zlatan y, a un lado, el famoso Lamborghini.
UN BEST SELLER Si Zlatan decidiera hacer un libro con sus mejores frases, tranquilamente tendría un best seller.
"Un Zlatan lesionado es algo muy serio para cualquier equipo", se describe en tercera persona, fiel a su estilo, sobre la importancia de su juego. "Busco apartamento en París, pero si no encuentro ninguno, al final acabaré comprándome el hotel", sobre su llegada al Paris Saint Germain.
"Vente con tu hermana a mi casa y verás si soy maricón", le dijo en una entrevista a una reportera, cansado del escándalo que se desató sobre su supuesta homosexualidad, tras la publicación de unas fotos en las que apareció tomándole la cara a Gerard Piqué, en su época con el Barcelona.
La lista podría seguir, como cuando habló de su preferencia por del futbol sobre otros deportes. "Si me hubiera dedicado al taekwondo, habría ganado medallas olímpicas, pero me dedico al futbol y soy el mejor jugador del mundo". Por eso no es de extrañarse ver cómo utiliza sus pies para meter goles, como si pateara a un contendiente dentro del tatami.
"Un Mundial sin Zlatan no vale la pena verlo, así que no hace falta esperar a que llegue", sentenció después de la eliminación de Suecia, a manos de Portugal, en el Repechaje rumbo a Brasil 2014.
ENEMIGO DE PEP ¿Cuántos jugadores mueren por ser dirigidos por Pep Guardiola? Zlatan ya lo tuvo como técnico y su explosivo carácter terminó por estallar con el mejor entrenador del mundo.
Curioso fue ver cómo el amor se convirtió en desamor en un abrir y cerrar de ojos; en esa época del Barcelona, el presidente, Alexandre Rosell, confesó que su peor error fue vender el pase dal goleador sueco.
Zlatan pasó de decir: "Aquí con Pep seré el mejor y creceré" o "Pep dialoga claro, tiene mentalidad de ganador, como la mía", a las ofensas y críticas ventiladas a todas luces: "El filósofo, no va de cara, pasa por las habitaciones y ni me mira a la cara" o "Comprarse un Ferrari para dirigirlo como a un Fiat".
Así como odió a Pep como técnico, Ibrahimovic es todo elogios hacia José Mourinho, quien tiene una personalidad bastante similar que la del sueco.
"Mou llega, gana y se va" o "Ahora entiendo a Mou cuando viene al Camp Nou", sobre su mala relación con la afición del cuadro blaugrana.
Zlatan es toda una obra de arte cuando juega, una obra fina que cualquier excéntrico coleccionista quisiera en su pared, un narcisista que compensa sus irracionales comentarios con sus también irracionales jugadas.
Ése es Zlatan Ibrahimovic, el futbolista políticamente incorrecto que todos quieren ver.
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