El Maratón de Londres, que se corrió el domingo pasado, fue escenario de un dramático cierre protagonizado por los kenianos Eliud Kipchoge, ganador del Maratón de Chicago 2014 y Wilson Kipsang, triunfador del Maratón de Londres 2014 y dueño del récord mundial anterior.

El crono ganador de Kipchoge, de 30 años, fue de 2 horas 4 minutos y 42 segundos, mientras que Kipsang, de 33 años, quedó segundo con 2h 04'47". Luego entró Dennis Kimetto, de 31, y dueño del actual récord mundial, quien hizo un distante 2h 05'50".

Lo interesante de este resultado es que mientras Kipchoge es un corredor formado en la pista, en 5 y 10 mil metros, Kipsang y Kimetto se hicieron atletas de primer nivel en pruebas de ruta.

Lo anterior significa que además del enfrentamiento entre estos atletas, el encuentro ocurrió entre dos escuelas de entrenamiento muy diferentes.

Kipchoge, ganador de la medalla de oro en 5 mil metros en los Campeonatos Mundiales de París 2003 (a los 18 años), corría junto a Kipsang el domingo pasado, cuando lanzó su ataque final a 500 metros para la meta, como si se tratara de la última vuelta a la pista, pero ya no hubo respuesta de Kipsang, mientras que Kimetto corría 400 metros atrás de los dos.

Aquí vale decir que los últimos tres récords mundiales de maratón han sido rotos por corredores que no se dedicaron mucho a competir en la pista: Patrick Makau (2h 03'38" en 2011), Kipsang (2h 03'23" en 2013) y Kimetto (2h 02'57" en 2014), con lo que pareció derrumbarse el viejo paradigma que decía: "para destacar en el maratón es indispensable destacar antes en la pista".

Pero Kipchoge interrumpió ese derrumbe, y lo más probable es que si se volviera a enfrentar con Kipsang o a Kimetto en un maratón como el de Berlín, algo que ya se especula, no sería difícil que se rompiera el récord mundial.

Kipchoge tiene un arma poderosa y sabe cómo usarla: su cierre "de pista", lo que significa que si "se deja llevar" por sus rivales hasta el último kilómetro, sin tomar antes la punta, sería el candidato natural para romper el récord mundial.

Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.

 
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