En el futbol, lo que es bueno no dura para siempre, aunque dura lo suficiente para ser inolvidable.
¿Cuál será el parámetro para decretar el triunfo o el fracaso de los Tigres en esta doble competencia?
Retando las arraigadas costumbres del Nuevo Continente, el equipo de Ferretti no ha despreciado ninguno de los dos torneos.
Y bajo la estrategia de tener siempre a los mejores hombres en la cancha, la marca "Tigres" también pretende captar la atención de nuevos televidentes, compitiendo con el suculento calendario de las competencias europeas, mismas que prácticamente ofertan partidos seis días de la semana.
En contra de toda lógica, la desmedida proliferación de horas futbol en el mundo no ha dañado el negocio.
Sólo en La Liga de España, los registros revelan un aumento del cinco por ciento en asistencia con relación a la temporada pasada.
En la Bundesliga alemana, el porcentaje de asistencia a los estadios es del 92 por ciento. En la primera vuelta del campeonato, Borussia Dortmund, Bayern y Schalke llegaron casi al 100 por ciento de ocupación.
En Alemania, la asistencia media semanal ronda los 43 mil espectadores, en Inglaterra pasa de los 36 mil y en la Premier League, 11 de los 20 equipos, entre ellos todos los grandes, pasan del 97 por ciento de asistentes a sus estadios (Opta, datos y estadísticas deportivas).
Esto se da no obstante que en algunos casos los partidos inician a las 10 de la noche con el solo propósito de llegar en horarios estelares a otros continentes.
Frente a este espectáculo altamente ofertado, el Estadio Universitario tiene hasta 5 mil personas en lista de espera para la compra de un abono. Los tres partidos de Libertadores le han representado 114 mil entradas extras.
Pero volvamos al comentario inicial: ¿cuál es el parámetro de triunfo o fracaso en Tigres?
¿Un título?, ¿una Final?, ¿dos Finales?, ¿una Final con una Semifinal?, ¿dos Semifinales?
Todo se resumirá al último partido que jueguen, aunque yo afirmo desde hoy que estos Tigres ya vencieron su pasado.
Por lo pronto, en términos de futbol, los Tigres estuvieron lejos del buen funcionamiento en Bolivia. El fastidioso rival y deteriorado pasto fue un pequeño parámetro para proyectar lo que se avecina.
Ahora, sólo la victoria frente a Chivas dará certeza de Liguilla. En los 22 partidos que han jugado en este 2015 (7 de Libertadores y 15 del Clausura), el equipo de Ferretti sólo ha tenido 90 minutos para especular cuando visitó al Juan Aurich. Y eso nos confirma que ganar es lo único que vale.
PD. Desde que Mohamed tomó a Rayados, Chivas sumó 18 puntos, Monterrey, Tigres y Pumas, 16. Su relevo ha sido tan bueno como el que logró Barra en el Clausura 2014 con 17 puntos de 30 posibles. ¿No cree usted?
Lo escrito, escrito está.
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