El América va esta noche en pos del título de campeón de la "Concachampions".

Al visitar en su cancha canadiense al Impact de Montreal, el conjunto americanista tratará de lograr lo que no pudo en el Estadio Azteca en el partido de ida.

Confirmar, simple y sencillamente que, a pesar del progreso de la MLS, la Liga MX sigue siendo la de más elevado nivel en la modesta zona de la Concacaf.

Aunque no sea el América, en estos momentos, el mejor representante posible del futbol mexicano, sí cuenta con el material futbolístico suficiente como para prolongar la hegemonía azteca en este torneo.

Esa hegemonía que sobre todo el Monterrey de Víctor Manuel Vucetich se encargó de consolidar hace unos años, y que cualquier exponente de nuestro balompié al que "le toque el turno" tiene el compromiso de fortalecer.

Después de todo, para cualquier equipo la obligación elemental es la de jugar de acuerdo a la Liga en la que compite.

Y de Ligas a Ligas, por más que la estadounidense haya progresado no está aún al nivel de la mexicana.

No serían muchas las probabilidades de éxito del conjunto canadiense si el América jugara no como en términos generales ha jugado, sino como siempre debería jugar considerando el potencial de su plantel.

Sólo esos altibajos americanistas, lo inestable de su juego, le abren al adversario la oportunidad de sorprender; pero muy poca resistencia podría oponerle a la mejor versión de este impredecible América de Matosas.

Veremos si las indecisas Águilas hoy son capaces de ofrecerla, y si así prolongan la mexicana hegemonía en la concakafkiana zona.

 
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