Señoras y señores, la Liga de España es la más cerrada del futbol mundial en estos momentos. ¿Por qué? Porque la pelean equipos que están en Champions, el Barcelona y el Real Madrid, porque el Atlético pelea por volver a esas instancias aunque sea en tercer lugar, porque el Sevilla y el Valencia han hecho una maravillosa temporada, el Sevilla es campeón de la Europa League.
Porque además no se quejan, no piensan como Matosas, que para jugar contra el Impact de Montreal, reconocidísimo equipo del mundo, pide suspender el Clásico.
En España juegan martes y miércoles, y van a jugar sábado y domingo, y después van a Champions; y después seguirán peleando hasta el último partido, hasta la última gota de sudor por el título de Liga.
El Madrid trata de alcanzar al Barcelona en una persecución espectacular, pasó una aduana muy difícil como lo fue la del Celta, y con un "Chicharito" que juega bien, que dio su mejor partido desde que llegó al Madrid.
Y mientras, el Barsa sigue cabalgando con su famoso trío de atacantes que juega maravillosamente bien; en Italia la Juventus ya casi se lleva el campeonato; el Bayern en Alemania ya lo decidió; en Inglaterra el Chelsea ya lo definió; en Francia, está por hacerlo el Paris Saint Germain.
El "Chicharito" indudablemente está viviendo un sueño blanco, de estar en la banca, frustrado como dijo él, y de repente aparecer y hacer un gol, y en la Liga marcar dos, un "Chicharito" con piernas de luz, muy rápido, muy ligero, que se ha encontrado muy bien con Cristiano y con James, ante la ausencia de Benzema y de Bale.
"Chicharito" debe de saber que en el momento en que Ancelotti requiera de Benzema y de Bale, que seguramente irán el próximo fin de semana ante Sevilla, no mañana contra el Almería, un partido muy difícil en el que puede definirse la Liga.
El Madrid está viviendo la etapa del "Chicharito" iluminado, hijo del Santiago Bernabéu, un goleador que tiene un ojo clínico, ofensivo, y rápido, inteligente para moverse en el campo de juego, a diferencia del Clásico del futbol mexicano, donde el América mostró lentitud, jugadores pasados de peso, sin fuerza, sin ganas de luchar frente a un Guadalajara que con el simple empate le valió para mantenerse en el primer lugar, y un América que estaba pensando más en un equipo que va a jugar en cancha sintética en Montreal, y ganar el partido.
No es el campeón de Mohamed, no es el campeón del "Piojo" Herrera, es un equipo híbrido, con jugadores que fallan constantemente. Quién sabe qué le depare el futuro al América y a Matosas.
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