La Pelea del Siglo Los que dicen que Floyd Mayweather contra Manny Pacquiao es "La Pelea del Siglo" están equivocados.
Ese combate es un verdadero juego de niños, un manoteo entre escolapios, unos simples arañazos de comadres al lado de la guerra entre Angélica Fuentes y su -hasta el día de hoy- marido Jorge Vergara.
Con todo lo que está en juego, una empresa como Grupo Omnilife pero sobre todo las Chivas Rayadas del Guadalajara, no es para menos el combate que se avecina.
A muchos llamó la atención lo que el mismo Vergara declaró, en sus propias palabras, que "estaba un poquito ciego".
¿Recuerdan cuando andaban a tope las versiones de que negociaban la venta del Rebaño Sagrado a un grupo que encabezaba el "Chino" Leaño, lo que el propio "Omniyorch" negaba categóricamente?
Pues si me prometen que no les dicen a nadie, les podría contar que en el punto más alto de esos rumores, la señora Fuentes fue vista salir de las oficinas de Emilio Azcárraga en el DF.
El punto a tratar era la posibilidad de que la televisora adelantara vaaaarias decenas de millones de dólares por los derechos de televisión, para que así Leaño y compañía pudieran elevar la oferta que, como recordarán niños y niñas, se hablaba de una diferencia para poder llegar a los 400 melones de los verdes que se pedían.
¿Pero a poco Angélica podría hacer eso por su cuenta? Se estarán preguntando mis más perspicaces y sagaces lectores.
Pues no están ustedes para saberlo, pero la señora había estado negociando también para adquirir más acciones de Chivas de las que aún quedaban disponibles, como las de algunos disidentes y las de socios que en su momento se quedaron en un plan que contemplaba seguir como accionista del Rebaño.
Hasta lo que he podido confirmar, logró adquirir dos certificados de aportación más.
El asunto está muuuy enredado, porque acuérdense que una gran cantidad de razones sociales se crearon en su momento para poder librar la batalla legal contra Paco Cárdenas y demás miembros de la Asociación Civil. Que si Chivas de Corazón, que si Chivas S.A... ufff.
Por lo pronto, los abogados de ambas partes siguen afilando sus cuchillos porque a la verdadera "Pelea del Siglo" aún le falta lo mero bueno.
De hecho, los asesores de Angélica le están sugiriendo que, como ciudadana estadounidense, demande a Vergara por difamación pero en los tribunales de aquel lado, donde tendría más posibilidades de asestar un golpe millonario a su marido.
Ya se la saben... los mantendré informados.
La última del Temo Bien dice el dicho: "Árbol que nace torcido... jamás su espalda endereza" ¿o cómo iba?
Bueno, lo cierto es que el sábado en su despedida de la Liga, Cuauhtémoc Blanco protagonizó otro incidente más en su laaaarga carrera como picapleitos de barrio. De hecho, cuando alguien decida escribir sus memorias, el capítulo de todas las tropelías en las que enseña el código postal necesitará más hojas que una notaría pública para poder contarlas con lujo de detalle.
Resulta que el sábado pasado Tomás Boy andaba que echaba lumbre porque cuando se metió al vestidor, luego del triunfo 1-0 de su Atlas, alguien desde la tribuna le aventó un líquido de dudosa procedencia.
Ustedes saben que el "Jefe" no es precisamente Gandhi, por lo que respondió la agresión con gritos que harían palidecer a Carreño y su manual.
El Temo, quien también ya iba rumbo a las duchas pero por su lado, sólo alcanzó a escuchar las imprecaciones de Boy y ni tardo ni perezoso decidió responderle con su alma de ñero tepiteño.
"¡Cálleseee (piiii)!"... "¡ya ganasteee (piiii)!"... "¡cierra el pico (piiii)"... y muchos otros adjetivos de lenguaje florido, le gritó Blanco del otro lado de la malla metálica que dividía los accesos en el estadio de Lobos BUAP.
Blanco dejó en claro que al final de su carrera se va como llegó. Genio y figura.
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