Señoras y señores, cuánta agua tuvo que pasar bajo el puente para que las Chivas volvieran al primer lugar de la clasificación.
Lo consiguieron, cuando al principio de la temporada pocos daban algo por el Guadalajara, peleando la parte final de la tabla, el descenso, con dificultades, problemas, pleitos, jaloneos y gente que nunca tuvo que estar en el equipo, técnicos que pasaron de largo.
Pero en Guadalajara el futbol es la única religión, indudablemente, y llegó Chepo de la Torre, decisión brillante la que tuvo Jorge Vergara de ponerlo a él y a Néstor de la Torre al frente, hombres que conocen profundamente la idiosincrasia, la identidad, los interiores más ocultos del Guadalajara, para que pusieran orden.
Uno, directivo y administrativo, de gestión; y el otro, del campo, y lograron ponerlo.
¿Les costó trabajo? Sí, por supuesto, pero el Guadalajara empezó a ganar, a jugar mejor, a recibir pocos goles; los jugadores se dieron cuenta de que tenían que salvarse ellos, que nadie más los iba a salvar, y lo han conseguido.
El Guadalajara es un equipo que hoy, de golpe y porrazo, ha aparecido en el primer lugar de la Liga, eso también por la irregularidad que existe del futbol mexicano, pero le permite tener los cuatro partidos de la temporada, incluyendo la Final de Copa contra el Puebla, con más tranquilidad.
Sin bajar el ritmo ni la fuerza con la que ha jugado, ese orden defensivo (solamente nueve goles en contra), son el primero de la Liga, rescatando algunos jugadores y sacando otros.
Así debe trabajar siempre el Guadalajara, ojalá que en algún momento de turbulencia directiva, de otro estilo, de otra índole, esté en primer lugar. Hay que felicitar a las Chivas.
Y hablando de futbol, nos esperan cuatro partidos de Champions espectaculares, el Clásico de España, entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, que jugaron la Final el año pasado; recuerdo ese partido en la cancha del Benfica, con gol de Ramos faltando un minuto de juego, que le dio el 1-1, y después, en tiempo extra, la victoria contundente del Madrid por 4-1.
El Atlético es un equipo dificilísimo, en la Champions enfrentar a Diego Simeone es un honor y es un problema, y es verdad que en el Real Madrid tienen más talento individual que el propio Atlético.
Quien cometa un error puede ganar o perder la Eliminatoria. Y Juventus recibe a Mónaco, importante para Juventus, y al día siguiente Barcelona va a París, y el Bayern, al campo del Porto.
Los cuatro son partidos de altísimo nivel y de altísima calidad, ¡no se los pierdan! Vale la pena ver este futbol, porque es de otro tipo.
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