Sube de tono Tal parece que las vacaciones de Semana Santa, en lugar de apaciguar, revolvieron las aguas.
O al menos en lo que se refiere al Clásico Tapatío, que a partir de ayer comenzó a agarrar sabor.
Primero fue el Atlas el que trató de darle preferencia a sus aficionados para tener mayoría en el Estadio Jalisco, para que se sintiera que en realidad los Rojinegros son locales.
Pues ayer la directiva que encabeza Jorge Vergara sacó un desplegado titulado "¿Azorrillados?", en el que se cuestiona esa medida y se burla del Atlas.
Por si fuera poco, algunos integrantes de la barra La Reja, de las Chivas, presumieron en sus redes sociales que tienen boletos para el sábado, adquiridos al rentar varias tarjetas de Pase Rojinegro.
"Atlas vende pasión, porque acá ya están las primeras entradas generales, por unos pesos rentaron su pase rojinegro", publicaron en la cuenta de La Banda de La Reja, donde subieron fotografías mostrando boletos para la Zona Alta Poniente.
El problema es que, según la junta de seguridad, no se permitirá la presencia de barristas en la parte de arriba y los que sean sorprendidos serán enviados a la Baja Sur, si son de las Chivas, o a la Baja Norte, si son del Atlas.
La idea es que, para evitar los ingresos a zonas altas de estos grupos, existan los cuatro ingresos habituales, en los que se hace un filtro para cualquier aficionado, pero para ese entonces los barristas identificados ya debieron haber pasado tres revisiones previas, en el punto de reunión, a la mitad de su traslado y arribando al Jalisco.
El problema puede venir cuando la tercera barra (no, no hablo de la de UdeG, que ni tiene, sino la de los policías), les solicite, con sus modos amables, que no pasen a determinada zona, aunque el boleto adquirido corresponda a la misma y los educados barristas no quieran hacer caso.
Ojalá que al final del partido estemos hablando solamente de goles y no de golpes.
Buena lana Y hablando de problemas en el Estadio Jalisco, si usted tiene una lana ahorrada que le sobre y piensa donarla a alguna obra de caridad, no deje de tomar en cuenta al Coloso de la Calzada Independencia.
Al parecer va en serio la exigencia de los femexfutos de que los estadios de Primera División cumplan con los requerimientos solicitados hace varios años, como poner butacas numeradas, y el Jalisco es uno de los que no ha acatado la medida. Para cumplir, Clubes Unidos tendrá que desembolsar entre 17 y 20 millones de pesos.
Así que, además de la lana, está la cuestión del tiempo, porque esto deberá quedar listo antes del arranque del próximo torneo.
Atinados en la alcoba La larguísima concentración para el Mundial de Brasil 2014 hizo que varios jugadores del Tri extrañaran sobremanera a sus señoras y, evidentemente, a la primera que tuvieron la oportunidad les compensaron el tiempo de alejamiento con tanta euforia que dos de ellos sacaron premio nueve meses después.
Con la precisión de un relojero suizo, tanto Guillermo Ochoa como Andrés Guardado, dejaron casi al mismo tiempo su semillita y ambos por las mismas fechas están a días de recibir a la Cigüeña.
Para Paco Memo será el segundo bebé, mientras que Guardado ya hasta tiene el nombre de su primogénito, a quien llamará Máximo, palabra que incluso ya se tatuó en el brazo, quizá por quedarse clavado con la película de Gladiador.
Para apoyar a sus esposas en las labores de parto, ambos prefirieron regresar a Europa el sábado, después del juego contra Ecuador, para que no les agarren las prisas, porque ninguno de los dos se quiere perder ese tan especial momento.
A Guardado le trae torta bajo el brazo su primer heredero, pues ya ven que acaba de renovar el contrato con el PSV Eindhoven, donde ya es uno de los consentidos.
Lo malo para Ochoa es que de por sí en el Málaga está más empolvado que la repisa de mi abuelita, es que sólo viajó a California para entrenar; si quiere torta, será mejor que vaya a un restaurante.
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