El discurso Muy mesurados se escuchan a los jugadores de las Chivas, con todo y su buen paso en la Liga y que son finalistas de Copa MX.
Andan muy apegados al discurso de su técnico, José Manuel de la Torre: que aún no han ganado nada y que no pueden darse por salvados del descenso hasta que las matemáticas lo confirmen.
Con decirles que futbolistas que antes no veían el agua al cuello, como Marco Fabián, ahora son de los más mesurados. Ya no se diga el capitán, Omar Bravo, quien si algo tiene es que sabe qué decir en el momento indicado.
Pero hay otros que parece que no han entendido que todos deben estar en el mismo canal, ya que por muy bien que les esté yendo, uno o dos tropiezos pueden volver a meterlos en predicamentos.
Por eso, escuchar a uno de los recién llegados decir que no están para pensar en el descenso, sino que ya se ven en la Liguilla, parece aventurado y hasta sobrado.
A este refuerzo, quien se hizo famoso con las redes sociales antes de llegar al redil y por ahora ha cumplido su labor, no le caería mal una dosis de humildad.
Ojalá y la directiva meta a todos en el mismo discurso para evitar errores del pasado o generar una imagen no conveniente para el equipo. No vaya ser que por andar de confiados el Atlas los sorprenda en el Clásico Tapatío, que el América resucite en el Nacional y las sumas y restas vuelva a meterlos en el pantano del descenso.
Una más de barras No es la primera ocasión en que hablo de este tema ni de que las barras le hacen más mal al futbol mexicano de lo pueden traerle de benéfico. Para muestra está lo que está pasando en el Cruz Azul.
El tema ha subido de tono, pues el fin de semana a muchos sorprendió escuchar los cantos de la barra Sangre Azul en contra de Jesús Corona, uno de los jugadores que más ha lucido en los últimos años con La Máquina. La mayoría catalogó como injusto que se metieran con él, usando el ya famoso canto en contra de los porteros que cuestiona su virilidad: "Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, ese no es un portero...", completen ustedes la frase.
Tras el juego, Christian Giménez publicó en su Twitter un mensaje de apoyo al guardameta y le dio un repasón a la afición celeste.
Ayer salió la gente de la Sangre Azul a decir que se metieron con los jugadores tan enérgicamente porque días antes del juego ante el Tijuana fueron los futbolistas quienes reaccionaron de manera violenta.
Dicen que el portero retó a golpes a los barristas (o no sé si fue el primo). que otros más repartieron empujones y que, para rematarla, el "Maza" Rodríguez escupió a uno de los integrantes del grupo de animación.
Qué bonita familia. Definitivamente, si los jugadores cayeron en las provocaciones y las respondieron, estuvo muy mal, pero me pregunto: ¿Esos letrados y trabajadores aficionados no tienen algo más importante que hacer entre semana que ir a encarar a los jugadores?
Pisando callos ¿A poco pensaron que las palabras de los jugadores del Santos Laguna, luego del partido contra los Tigres, se quedarían ahí? Pues no, y menos cuando pisaron callos de la Femexfut y la Comisión de Arbitraje.
Molestos por el accionar de los silbantes en sus partidos, según dijeron, los jugadores de los Guerreros, encabezados por el defensa Carlos Izquierdoz, salieron a quejarse públicamente del arbitraje del fin de semana, diciendo que era justo levantar la voz, porque siempre se las aplican, y que no tenían miedo a represalias.
Pues ya salió Decio de María a defender sus intereses y criticó las formas del Santos, con el argumento de que eso no suma al futbol mexicano. Mi querido, "Necio", ya te mandaron claramente el mensaje: "Siente tu Liga".
Habrá que esperar medidas y, sobre todo, ver en la cancha cómo le pitan al cuadro del Reverendo Alegría, digo si es que a Caixinha no se lo echan antes, aprovechando esto del receso en el torneo.
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