En el futbol como en la vida, las cosas y las personas viven inmersos en constantes cambios, pero en el futbol esas eternas metamorfosis son más visibles por requerir menos tiempo para que sucedan.
Mohamed le dejó a Matosas un América campeón y Matosas, considerado una eminencia como técnico, se ha visto chiquito frente a la grandeza que representan las Águilas.
El León fue dejado a Pizzi jugando un futbol vistoso y competitivo y hoy se ha convertido en un equipo de dos piezas: un ataque predecible y una defensiva torpe y lenta. Un equipo sin pies ni cabeza.
Carlos Barra le dejó a Mohamed un cuadro caído en lo anímico y el "Turco" hasta ahora ha logrado hacerlos reaccionar.
Sin tener la culpa de la incompetencia que ha mostrado Pizzi para ajustar a su equipo, los Rayados hicieron lo que deben hacer frente a un adversario que juega mal al futbol y sobre todo desordenado tácticamente.
La contundente y merecida goleada pudo haber empezado en el primer tiempo, pero el Monterrey no logró ser contundente.
Otra vez de los pies de Cardona brotó el talento que un día tuvo con Suazo; el colombiano anotó, dio pase para gol e hizo ver bien a sus compañeros de ataque.
La combinación de talento y efectividad mostrada en la segunda mitad otorgan, además de 3 importantes puntos, bajar de -8 a -4 su diferencia de goles.
Si consideramos lo apretado que deberá estar la lucha por un lugar entre los ocho que se clasificarán a la Liguilla, la diferencia de goles podría ser un factor decisivo.
Un fin de semana positivo para el futbol regio: golean los Rayados, los Tigres sacan un buen resultado en Torreón y el Flash también ganó el primer encuentro de la Final, así que tienen motivos de sobra para festejar.
ME GUSTÓ TIGRES Después de 45 minutos disputados entre Santos y Tigres, no podía creer lo que estaba sucediendo, y luego de ver como el error de Hugo Ayala ayudaría a que unos atropellados guerreros de Torreón ampliaban su ventaja, mi incredulidad se vio incrementada.
Después de haber jugado unos de los mejores partidos en lo que va del torneo, arrancar el segundo tiempo viéndolos abajo en el marcador 2-0 era demasiado castigo.
Al perder a Joffre Guerrón por lesión, la injusticia que veíamos en el terreno de juego parecía irreversible, pero no fue así.
Está claro que mostrarse superior dominando al rival en casi todos los sectores jamás será suficiente si no logran el objetivo final que es el gol.
Curiosamente cuando mejor jugaban los Tigres, no anotaron, pero la insistencia, combinada con la forma adecuada de buscar el resultado, pocas veces te deja tirado y el viernes no fue la excepción.
Por eso siempre digo, preocúpate por la forma y el resultado te sonreirá.
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