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El balompié mundial vive momentos complicados. Los problemas extracancha han manchado al deporte, sin embargo, los casos de corrupción, amaño de partidos y otro tipo de triquiñuelas no son nuevos: las malas prácticas han estado presentes desde hace mucho tiempo.

Javier Aguirre y los arreglos de partidos en el futbol español han desatado una polémica que traspasó fronteras, al "Vasco" le costó su trabajo como seleccionador de Japón y generó que el medio local empezara a pronunciarse respecto a la corrupción en el deporte. Como dice la canción, nada nuevo bajo el Sol.

 
 
 
 
YA PÍTALE, ÁRBITRO
 
 
"Disculpen, muchachos. Se descompuso mi reloj, pero faltan dos minutos más para el término del partido", palabras más, palabras menos escucharon los jugadores del Atlas en un juego contra el Tampico Madero en 1984, en el Estadio Tamaulipas, ¡cuando ya estaban en el vestidor!

Los que los Rojinegros no sabían, luego de irse al vestuario sabiendo que habían empatado 2-2 ante los tamaulipecos, fue que un empistolado llegó con el árbitro Jorge Humberto Rojano y le comunicó que mientras el Tampico Madero no anotara, el partido no terminaría.

Desconcertados, los jugadores del Atlas regresaron a la cancha a esperar que pasaran los supuestos dos minutos que faltaban en el cronómetro, pero para su sorpresa, no fueron 2, sino 9 los minutos que el árbitro agregó, y en efecto, el silbante no concluyó el partido sino hasta que los dirigidos por Carlos Miloc encontraron el gol del triunfo obra de José Guadalupe Zavala, y que para los registros oficiales fue marcado al minuto 90'.

 
 
 
 
CUESTIÓN DE DINERO
 
 
Como si se tratara de una escena de la película "Rudo y Cursi", en la que el "Batuta" se arregla con el técnico para darle la oportunidad de probar al "Rudo" a cambio de su mochada, este tipo de acuerdos sin ética son una práctica tan común como la que se relata en el filme que parodió el mundo de los pateabalones.

Gilberto Lozano, directivo del Monterrey de finales de los 90, habló en días recientes sobre este tema, denunciando que en su momento, cuando estaban buscando a un técnico para los Rayados, al tenerlo ya casi arreglado, se enteró de ciertas prácticas que le hicieron cambiar su decisión.

Dichas prácticas eran, tal y como en la película se describe, que el entrenador en cuestión -mexicano, por cierto-, ofreció a Lozano bajarse su sueldo a cambio de que contratara a dos jugadores recomendados por él; total, eran de su grupo y él ganaría con su llegada un porcentaje de la venta.

Sorprendido por la declaración, Lozano optó por no contratar al DT nacional y en su lugar llegó un español de nombre Benito Floro. Bendito futbol.

Fue el mismo Lozano quien acusó otro tipo de prácticas corruptas en el futbol mexicano; una, desde su perspectiva, perjudicaba directamente al Monterrey, pero nunca fue comprobada.

En 1999, Antonio Mohamed llegó a las filas de los Rayados tras su exitoso paso por Toros Neza, pero luego de un año salió del club por supuesto bajo rendimiento; después se dijo que su familia apostaba en los juegos de los regios a favor de los rivales.

Curiosamente, más tarde el propio Lozano comentó que le parecía muy extraño cómo en un partido, cuando había jugadas en táctica fija, los rivales ya conocían lo que iba a hacer el cuadro regiomontano, pues al parecer "alguien" les pasaba las jugadas.

 
 
 
 
LOS PROMOTORES
 
 
No es un secreto. A veces hasta parece normal, pero de que los arreglos existen entre promotores y técnicos, es una práctica común en el futbol de cualquier latitud del planeta.

El problema viene cuando la influencia de los promotores es tal, que pueden llegar a arreglar encuentros para determinar el destino de una franquicia en Primera División, por ejemplo.

En alguna ocasión, el periodista José Ramón Fernández comentó en una de sus columnas para este H. Periódico de un partido arreglado entre el Atlante y el Ángeles de Puebla, con Manuel Lapuente como técnico del Atlante.

Ahí, contó que el hombre de la boina había dejado al club azulgrana dos semanas antes del juego, pues ya estaba arreglado. Y efectivamente, el partido lo ganó Ángeles 2-0, evitando así su descenso, y de esta forma, Santos pudo adquirir una franquicia de Primera División.

Dicen que fue Carlos Hurtado, promotor eternamente relacionado con Lapuente, quien ya tenía arreglada la venta de Ángeles al grupo cervecero que compró al Santos.

En ese equipo de Lapuente militaban jugadores como Raúl Arias, Luis Fernando Tena y Enrique López Zarza, hoy técnicos también del grupo de Hurtado.

 
 
 
 
¿Y EL ARBITRAJE?

 
Si en el mundo de los pateabalones alguien puede estar más expuesto en el tema de la corrupción y los escándalos por arreglo de partidos, sin duda serían los árbitros, y claro, México no está exento.

Sin embargo, en el 2003, el caso de Felipe Ramos Rizo y el espionaje telefónico causó revuelo en el futbol nacional.

En el 2003, durante el Torneo de Clausura, se ventiló un supuesto soborno que habría recibido el silbante mundialista en Corea y Japón 2002 en el juego entre Cruz Azul y Jaguares, en el que los chiapanecos requerían del triunfo, pues luchaban por su permanencia.

En efecto, el juego lo ganaron 1-0 los de la selva y aseguraron un año más en Primera; después trascendió que el árbitro habría recibido 250 mil pesos por el "favorcito".

Entonces salieron a la luz grabaciones de llamadas hechas a Ramos Rizo, supuestamente filtradas por Edgardo Codesal, presidente de la Comisión de Arbitraje, desatando todo un escándalo que desembocó en el retiro del silbante.

Lo de Aguirre en España no significa sino otra raya más al tigre. Los escándalos son, desgraciadamente, parte del futbol en el mundo, y mientras los intereses económicos y de poder existan en el deporte, lo harán a la par de la corrupción.

 
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