Aunque no siempre sea fácil distinguirlo, en el futbol puede haber equipos separados por uno o dos escalones dentro de un mismo nivel.
Al analizar a los ocho equipos clasificados para los Cuartos de Final de la Champions League esos distintos escalones resultan obvios, y cómo al haber dos o tres de distancia ya puede hablarse de un nivel diferente.
En el primerísimo de esos peldaños, actualmente están el Barcelona y el Bayern Múnich. En el segundo, Real Madrid y París Saint Germain; en el tercero la Juventus y el Atlético de Madrid, y en el cuarto el Mónaco y el Porto.
Eso de acuerdo al actual estado futbolístico de cada uno, porque por ejemplo el Real Madrid puede regresar en cualquier momento a ese primer escalón que hace tres meses ocupaba.
Entre un escalón y el siguiente, cualquiera puede vencer a cualquiera, pero ya con dos escalones de distancia el asunto se complica demasiado para el de abajo, y con tres le resulta casi casi imposible conseguir algo.
En esos Cuartos de Final, al Barcelona sí podría vencerlo el PSG, o al Real Madrid el Atlético, o a la Juventus el Mónaco; pero que ni sueñe el Porto con eliminar al Bayern Múnich, porque en ese caso son tres los escalones que los separan, y no sólo uno.
Puede suceder cualquier cosa al enfrentarse equipos que ocupan escalones inmediatos, como en tres de esos duelos de la Champions, o como en el partido de mañana entre blaugranas y merengues con el liderato de la Liga Española en juego, al que llegan como favoritos los primeros pero sin que nadie pueda atreverse a descartar a los segundos.
Y en lo que respecta al futbol mexicano, hay tal equilibrio de fuerzas (y debilidades e inconsistencias) que todos los equipos están en el mismo nivel aunque en cada torneo se ubiquen en escalones distintos, nunca con más de dos de distancia entre el mejor y el peor.
¿Cuántos peldaños separan, a nuestro balompié mexicano en general, de las más grandes potencias europeas?
Tal vez tres o cuatro, los más difíciles de subir por ser los últimos.
Será cuestión de seguir intentándolo, de seguir aspirando a instalarse en el primer nivel... aunque sigan faltando escalones.
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