De futbol Ayer se despidió de esta vida don Salvador Martínez Garza, un hombre entrón y valiente que amó al futbol como pocos.
"Chava Plata" -como le decían sus amigos- le dio y le quitó al Guadalajara, y el equipo más popular de México le retribuyó de la misma manera.
Primero, sin escatimar un solo centavo para armar en aquel 1993 el mejor Chivas que el dinero podía comprar, naciendo las famosas "Súper Chivas", un éxito mercadológico pero al que el futbol le quedó a deber los títulos que le correspondían.
Martínez Garza fue un directivo de los de antes, de los que aparecían en los entrenamientos y que negociaban en persona los contratos con sus jugadores y hasta las nuevas contrataciones con otros clubes; jamás se quejó de que no le querían vender o que le vendían caro.
En su etapa final con as Chivas vio que estaba cerca de acabarse su gestión y comenzó a desmantelar el inmueble; de edificar una elegante residencia -envidia del vecindario- fue convirtiéndose en un menos que modesto multifamiliar; de los Ramón Ramírez pasó a los "Pájaro" Ríos y la afición, inmisericorde, no se la perdonó.
Decidió deshacerse de Chivas prematuramente, cuando un furioso aficionado lo increpó de carro a carro en conocida avenida tapatía; se dio cuenta que no tenía necesidad de soportar eso, y adelantó el traspaso a Jorge Vergara, quien ya lo había comprado a la famosa A.C.
En realidad, Martínez Garza nunca fue dueño de Chivas, pero como arrendatario le dio más que la gran mayoría de los cientos de "dueños" que lo antecedieron.
Que en paz descanse don Salvador, hombre de futbol.
Venta en popa Y ya que hablamos del Club Guadalajara y de cambios de dueños bastante agitadas siguen las aguas.
Jorge Vergara ya dijo que no va a hablar "ni madres" de ese asunto (a mí no me miren así, eso lo dijo él), mientras que la rumorología comienza a integrar más nombres al ya conocido del "Chino" Leaño.
Ahora han incorporado al empresario avícola César de Anda, quien ni lo niega ni lo confirma, chato, sino que cuando dice una cosa dice otra. Sí, ya saben, las famosas "cláusulas de confidencialidad".
A mí me aseguran que el negocio no está cerrado, pero que las autoridades correspondientes ya están enteradas que podría cerrarse porque todo va venta en popa.
¿Se hará? Ya veremos.
Por desesperados Mientras las facilidades para naturalizarse mexicano están más a modo que sacar un crédito en mueblería popular, la desesperación no se deberá de hacer presa del interesado, bueno, si no quieren que les pase lo mismo que a Leandro Cufré y a Facundo Erpen.
Ambos ex atlistas ya pudieran jugar como nacionales, pero como le pasó a mi prima, la calentura les ganó y pues ¡tómenla! que se retrasaron con los trámites.
Iban bien, documentación completa, tiempo de radicar en el País, tooodo, y en el último escalón les pidieron un cierto tiempo sin abandonar el País para completar el trámite, pero como dice Emmanuel "todo se derrumbó".
Seguro se preguntan a dónde se fueron de viaje ¡Claro! la respuesta es fácil, a su amada Argentina.
Por tal motivo, Erpen ya no se pudo quedar con el Atlas y decidieron soltarlo al Puebla; con Cufré los ganones serían los Leones Negros -es un decir- que aún lo tienen como extranjero.
Ánimo muchachos y cuando les digan no salir, es noooo salir.
¿Entendido? Ok.
Galindo al Tri Y no vayan a creer que Benjamín Galindo con su saco de "Tío Gamboín" en tiempos de hambre, sino su primo Álvaro, quien se incorporará al equipo de trabajo de Miguel Herrera como auxiliar en el Tri.
La idea del "Piojo" es que Álvaro, a quien conoció en Tecos y después llevó a la Sub 20 del América, le ayude a Santiago Baños a preparar al equipo para la Copa Oro.
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