Por ser tan obvio, sale sobrando decir que en el futbol las distancias han ido reduciéndose a través de los años.
Aunque siguen existiendo los niveles, hoy por hoy entre éstos hay dos o tres escalones, y no los 20 o 30 que había antes.
Entre escuadras nacionales, representativas del futbol de cada país, para la mexicana ya no hay adversario invencible, aunque sí varios con mayor potencial y por lo tanto más probabilidades de éxito en cada enfrentamiento.
Y entre clubes, entre las respectivas ligas, quizá en la mayoría de los casos esas distancias también se han reducido; quizá en la mayoría, porque en otros casos la distancia sigue siendo abismal.
Hacia arriba, claramente están ligas como la española, la inglesa, la alemana e incluso la italiana. Y entre ellas, equipos evidentemente por encima del resto, como Barcelona, Real Madrid y Bayern Múnich, por poner los tres principales ejemplos en el futbol actual.
Toda proporción guardada, también en el futbol de los "concakafkianos" lares las distancias se han reducido, pero siguen existiendo.
Si a nivel de selecciones, por ejemplo, la tica viene de realizar en la Copa del Mundo de Brasil el que quizá sea el mejor papel que haya desempeñado equipo alguno de esta zona en un evento mundialista, a nivel de clubes la supremacía sigue siendo claramente mexicana.
Si nos atenemos a infraestructuras, calidad de jugadores y poderío de planteles, solamente la MLS parece contar como liga con los necesarios argumentos como para competir cabalmente con la de México.
Por eso no es nada sorprendente que el América haya resuelto prácticamente su duelo de Cuartos de Final de la "Concachampions" en la mismísima cancha del Saprissa, con un contundente 3-0.
Porque ciertamente en el futbol las distancias se han reducido; pero sobre todo entre las distintas ligas, incuestionablemente siguen existiendo.
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