Tena contra el mundo
 
Alfredo Tena tiene que andar con pies de plomo porque por ahí me enteré de que hay un grupo de gente a su alrededor que anda muy interesada en que lo corran del banquillo del Morelia.

Cada vez que el "Capitán Furia" tiene algún tropiezo, no falta que casi lo quieran linchar y que le estén poniendo a la afición en contra, simplemente porque no se ha dejado imponer jugadores ni alineaciones, y mucho menos se ha prestado a cobrar "comisiones" a los jugadores por ser parte del once inicial.

Desde el día en que llegó como entrenador de Monarcas, Tena encontró mucha animadversión, sin saber que, detrás de él, un par de promotores andan moviendo las aguas para echarlo lo antes posible de su puesto.

Luego del fracaso en la Copa Libertadores, filtraron nombres para sucederlo en el cargo, sólo que, hasta el momento, Pablo Boy, presidente del equipo, no se ha dejado seducir por uno que otro colaborador cercano que se ha dedicado a hablarle dulcemente al oído mientras le da palmaditas en la espalda.

Al directivo le ha bastado ver el trabajo que invierten Tena y su auxiliar, Cecilio de los Santos, para darse cuenta de que el suyo podría ser un proyecto a futuro y que incluso puede darle varios frutos en el tema de las básicas.

Sólo hay que arrancar a las "manzanas podridas" del árbol moreliano.

 
 
Don 'Mala Suerte'
 
Allá en La Noria todo es miel sobre hojuelas por el liderato de Cruz Azul y el gran trabajo a la defensiva, pero no todos están con una sonrisa de oreja a oreja.

Resulta que el mediocampista Rafael Baca no las ha traído todas consigo, ya que le costaron mucho sudor y lágrimas el hacerse de un lugar entre los convocados por Luis Fernando Tena, justo cuando una lesión en el abductor izquierdo lo alejó otra vez de las canchas.

El futbolista de La Máquina por fin veía la luz al final del túnel luego de que el año pasado, en su primera experiencia con Cruz Azul, fue cepillado prácticamente del plantel por una indisciplina en Cancún.

Y es que después de un partido contra el Atlante, cuentan que él y José Villarreal se escaparon al club nocturno Coco Bongo. Todo iba bien hasta que se armaron los guamazos en el lugar y, en el dar y repartir, a Baca le abrieron la cabeza, herida que no pudo ocultar al regresar a la concentración.

Por más que los jugadores argumentaron que todo se originó por un intento de asalto, nadie en Cruz Azul les creyó.

Los futbolistas fueron enviados a la Sub 20, situación que Villarreal no soportó y prefirió dar las gracias, mientras que Baca aguantó firme y paciente (pese a sólo jugar dos partidos en Primera División en todo 2014) hasta que le llegó su recompensa, ésa que una vez más se ha visto truncada por su muy mala fortuna.

 
san.cadilla@reforma.com