Los aficionados de Tigres volvieron a festejar una victoria y, seguro, de nueva cuenta se sintieron dueños de su casa después de dos descalabros consecutivos.
El equipo del "Tuca" Ferretti, sin ser espectacular, logró hacer lo suficiente para ser merecedor de tres puntos que colocan las cosas en su lugar, tratándose del futbol regio.
Pese a que Tigres y Rayados arrancaron el torneo mostrando muchas debilidades, en la tabla general los números favorecían a los albiazules, que están "por la calle de la amargura".
No digo con esto que los felinos han jugado un futbol excelso, pero la gran diferencia es que se ven que tienen, buena o no, una idea a seguir.
Los Tigres, por momentos, se ven ordenados, también bueno o no, cuentan con un líder en la banca y un esquema cuya debilidad más preocupante ha sido su pobre poder de definición dentro del área rival.
Un ejemplo de ello fue ver a Carreño pasar inadvertido otros 45 minutos.
Al ser sustituido por Damián Álvarez, el colombiano Burbano pasó a volantear por derecha, Rafa Sobis libre por el centro y Joffre Guerrón se trasladó al centro del ataque.
Con esos movimientos, los aficionados de Tigres tuvieron buenas y malas noticias.
Las buenas: Rafa Sobis se vio bien como volante creativo, Guerrón volvió a anotar y, obviamente, los Tigres ganaron.
Las malas: los felinos volvieron a regalarle la pelota al rival cuando estuvieron arriba en el marcador y que seguirán con improvisaciones en su comando de ataque; este Carreño está lejos de ser aquel joven Carreño del Monterrey.
Para mí, lo increíble es que después de tanta inversión es muy probable que los felinos seguirán sin un delantero de área matón, que se pongan a rezar a que Guerrón se adapte y afine su puntería o, de lo contrario, éste casi eterno problema ofensivo podría seguir siendo uno de los más peligrosos adversarios de Tigres en esta temporada.
¿CÓMO DEFINIRLOS?
Criticar la inoperancia que cada fin de semana nos enseña el Monterrey ya se ha convertido en una triste cantaleta basada en puros acordes menores.
Los Rayados visitaron al Cruz Azul, que con su tercera victoria de 1-0 y apenas tres goles anotados, ya llegó a 11 puntos; sigue muy raquítico en el ataque, pero 100 por ciento efectivo en su defensiva.
De nuevo el Monterrey jugó horrible.
La falta de actitud de sus jugadores empujó a los Rayados a otra derrota sin esbozar ni siquiera un intento de reacción, algo que tristemente está convirtiéndose en una costumbre.
Lo que todos sabemos es que este equipo no sabe qué hacer en la cancha y se acentúa más cuando sigue insistiendo en hacer lo mismo.
¿Cómo definir a sus jugadores o al equipo?
¿Tercos, incapaces o este grupo carece de mando?
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