Amables aficionados: si una imagen vale mas que mil palabras las que vimos en los minutos finales del estrujante Súper Tazón seguramente valen varias decenas.
Las expresiones de júbilo en la banca de Nueva Inglaterra y las de agonía del lado de Seattle, fueron la expresión real de un final tan inesperado como inolvidable. La increíble decisión de lanzar un pase estando a una yarda del campeonato y teniendo disponible a un corredor prácticamente imparable, marcarán por siempre el paso de Pete Carroll al frente de los Halcones Marinos.
Ese error pasará a los anales de la historia en los Súper Tazones porque tuvo una consecuencia definitiva: rescató una derrota de las garras de la victoria. Hay que ser claros, la jugada en cuestión la ordenó el coordinador ofensivo Darrell Bevell, quien con ella vio esfumarse su ambición de ser contratado como entrenador en jefe por mucho tiempo, pero Carroll la pudo haber vetado para evitar la catástrofe que siguió.
Asimismo, el mariscal Russell Wilson mostró su inexperiencia y juventud. Un mariscal veterano, con tablas y aplomo, probablemente hubiera solicitado un tiempo fuera e ido a tratar de cambiar la jugada que le ordenaron. Teniendo con Marshawn Lynch arriba del 95 de probabilidades de lograr la yarda restante, era una decisión temeraria lanzar un pase, sabiendo que cuando se pone el balón en el aire, dos de las tres cosas que pueden suceder, incompleto o interceptado, son negativas. ¿Y quien resultó ser el héroe final, porque los Patriotas tuvieron varios con esa aspiración?, un suplente de 24 años que estaba en la secundaria cuando Nueva Inglaterra ganó su tercer título hace 10 años. Malcolm Butler comentó que reconoció la formación de Seattle y sabía que el receptor real iba a hacer su trayectoria en corto y por detrás de su compañero, razón por la cual se anticipó al lanzamiento del pase.
Total, así como Green Bay dominó pero no aniquiló a Seattle en el juego de campeonato de conferencia, perdiendo al final, así los Halcones Marinos controlaron pero no dieron la puntilla a Nueva Inglaterra y permitieron a Tom Brady realizar un regreso histórico que hubiera, hay que reiterar, quedado corto si no viene la fatídica y todavía inexplicable decisión. Veremos cómo siguen las cosas en Seattle en donde buena parte de sus jugadores están furiosos ya que culpan a su entrenador de haberles perdido el encuentro. Qué cierre de temporada. Por ahora, hacemos un pausa...
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