Nadie escoge su pasión, nadie escoge su equipo, ni el momento ni el sitio ni la edad. Y con el correr de los años aprendemos que, esa pasión y ese equipo, no son una fábrica de conceder deseos.
¿El papel de los entrenadores en el futbol es decisivo? Si al entrenador de mi equipo no lo corren ya, ¿realmente estoy condenado? Y cuando tenemos al entrenador que nos llevó a la gloria, el día que se va, ¿es el principio de la catástrofe?
Por lo general, las conclusiones de la afición suelen llevar éstos sentimientos. La hipótesis popular consiste en que el buen entrenador es una especie de ser supremo que nos conduce sin escalas al Olimpo. En cambio, el malo, es un cualquiera que nos lleva por el camino de la amargura, como apunta John Carlin.
Pero, ¿no eran los clubes que disponen de más dinero para fichar a los mejores jugadores, pagando los mejores sueldos, quienes siempre ocupan la cima?
Pues en la Liga MX, la correlación "dinero-éxito" sigue estando seriamente a prueba. O por lo menos eso parece cuando vemos que en el actual torneo, los Xolos, por ejemplo, con el no muy recomendable "Travieso" Guzmán y jugadores como Da Silva (ex Querétaro) o el argentino Hauche que, ni remotamente se equiparan a Pellerano, Benedetto y el "Turco" Mohamed, hoy ocupan la cima del futbol mexicano.
Bueno, más grave aun si desmenuzamos la nómina del Veracruz con el obsoleto "Maestro" Reinoso al frente porque, de entrada, extranjeros sin importante trayectoria como es el caso del habilidoso Villalva o el espigado contención Peñalba hasta hoy funcionan por arriba de lo que Monterrey pagó por Chará y Mejía.
Pero si retomamos la tribunera hipótesis donde se establece que a los malos entrenadores hay que tirarlos a la hoguera y la comparamos con lo que ha pasado en los últimos años en los clubes más ricos del planeta, resalta el caso del Manchester United, donde después de la salida de Alex Ferguson, su sucesor, David Moyes, lo dejó muy lejos del título en la Premier y, por consecuencia, de la Champions.
También está el Chelsea que ahora va primero con 5 puntos por arriba del Manchester City y es un equipo más potente desde el regreso de José Mourinho, mismo personaje que el Manchester United debió firmar antes que a Moyes.
O el Manchester City de Manuel Pellegrini que ahora es más espectacular desde que despidió a Roberto Mancini. Y en España está Diego Simeone rompiendo la supremacía Madrid-Barcelona. Aunque también tenemos que aclarar que los clubes europeos mencionados son de los tres más ricos de sus ligas.
Por lo tanto, ¿qué les falta a los equipos con dinero en México? ¿Entrenadores o directivos?
PD. Para ver el arcoiris primero tiene que llover.
Lo escrito, escrito está.
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