foto
Ejemplo colchonero
Roberto Gómez Junco | 17-01-2015
en CANCHA
compartir por:
No cabe duda que en el futbol, como en la vida, muchas veces hay distintas formas de conseguir los mismos objetivos.

Se puede ser ganador por la vía del poderío y la espectacularidad de un Barcelona, un Real Madrid o un Bayern Munich, pero también por el camino del indeclinable esfuerzo, el impecable orden y la elevada eficiencia colectiva que suplan la carencia de las grandes individualidades.

Como en el actual caso del Atlético de Madrid, que sin contar con un plantel equivalente al de las máximas potencias españolas y europeas, lleva ya dos años peleando y jugando al tú por tú con ellas.

Peleando y muchas veces ganando, como lo hizo para llevarse la Liga en el 2014, o para eliminar al Chelsea en la Semifinal de la Champions League, o para quedarse a dos minutos de vencer en la Final al Real Madrid, o para dejar fuera de la Copa del Rey al poderoso conjunto merengue, como acaba de hacerlo hace dos días.

Podrá preferirse otro tipo de propuesta futbolística, como la enarbolada por las grandes potencias ya mencionadas, pero lo innegable y digno de reconocimiento es que este Atlético de Diego Simeone hace lo más que se puede hacer con todo lo que tiene.

Y así como en aquellos futbolísticamente muy elevados lares se puede llegar al éxito por diversos caminos, así en nuestro futbol, toda proporción debidamente reconocida y guardada, cada equipo echa y debe echar mano de distintas herramientas en la búsqueda de sus objetivos.

Entre los equipos con cartera más o menos abierta y abundantes recursos (América, Cruz Azul, Tigres, Toluca, Monterrey), uno se reforzó más que todos porque aspira a tornarse francamente ofensivo para así defender el título, otro pretende conformar un equipo nuevamente respetable tras ser colombianizado, y los otros tres apelan al equilibrio y a la consolidación de planteles año tras año fortalecidos.

Pero también están los que no pueden aspirar a planteles tan poderosos, pero sí a un futbol capaz de permitirles competir con cualquiera; como en el caso de las urgidas Chivas.

¿No les parece evidente que entre el Real Madrid y el Atlético de allá mismo hay en teoría muchísima más distancia que la que a otros niveles separa al América del Guadalajara, por ejemplo?

Y sin embargo, esa enorme distancia española en cuanto a la calidad de las individualidades el ejemplar Atlético de Madrid se encarga de reducirla y prácticamente desaparecerla remitiéndose a sólidos argumentos colectivos y a una mentalidad a prueba de lo que se ofrezca.

¿Alguien se anima a seguir ese colchonero ejemplo?

Primero habría que decidirse a seguirlo y después saber cómo hacerlo, para así demostrar que a la victoria, en el futbol como en la vida, puede llegarse por diferentes caminos.

 
gomezjunco@mural.com
@rgomezjunco
 
 
 
compartir por:
Futbolista de Primera División desde 1975 hasta 1988 (Atlético Español, Tigres, Monterrey, Guadalajara y Toluca). Seleccionado nacional en 1980. Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Columnista del Grupo Reforma desde 1989 y comentarista en televisión desde 1992.
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Roberto Gómez Junco?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
Mercadotecnia futbolera
14-01-2015
Aspirantes y candidatos
10-01-2015
Inquietante desmexicanización
07-01-2015
Representatividad desfasada
20-12-2014
Ejemplo americanista
17-12-2014
Broche incierto
13-12-2014
Brillantez final
10-12-2014
Falta uno
06-12-2014
Torneo distinto
03-12-2014
Campeón escondido
29-11-2014
Para cualquiera
26-11-2014
Emociones numéricas
22-11-2014
Distintos escaparates
19-11-2014
Memorable amistoso
15-11-2014
Magnífico sinodal
12-11-2014
Amenaza del "bi"
05-11-2014
Equivocados manejos
29-10-2014
Clásico español
25-10-2014
Otras columnas
Bonifacio Núñez Vega
Influye
Félix Fernández
Llegadas tarde
Rubén Romero
La fórmula del éxito