Ya está en marcha el Torneo de Clausura 2015 de esta Liga MX paulatina e inexorablemente desmexicanizada.

Después de los tradicionales y excesivos movimientos de llegadas y salidas, de altas y bajas cocinadas en el "futbolito de anafre", los 18 competidores inician la búsqueda de los objetivos que cada cual se plantea considerando las respectivas necesidades y el muy particular nivel de exigencia que en cada caso se va estableciendo.

Como siempre, quedan de manifiesto las diferentes categorías entre los equipos, de acuerdo a la forma en que cada uno conformó su plantel para encarar este torneo.

Los que realmente reforzaron planteles que ya eran fuertes, como el América, el Cruz Azul, los Tigres, los Jaguares y el Pachuca.

Los que se vieron obligados a tratar de fortalecer lo que ya era débil o paulatinamente se había debilitado, como las Chivas, el Monterrey, los Xolos, el Morelia, los Pumas, el Puebla, la UdeG y el Veracruz.

O los que decidieron apostar más o menos por lo que ya tenían, como el Toluca, el Atlas, el Santos-Laguna, el Querétaro y el León.

En realidad, al margen del potencial que cada uno muestra en la teoría, ya se sabe que en la práctica la pelea por el título está prácticamente al alcance de cualquiera, aunque en esta ocasión haya cuatro equipos, UdeG, Veracruz, Puebla y Chivas, cuyo primordial objetivo es muy distinto.

Pero ni siquiera esos cuatro equipos pueden ser descartados de antemano como aspirantes a buscar una clasificación en caso de garantizar primero su permanencia en Primera División.

Porque cualquier cosa puede suceder en este futbol mexicano del bienvenido equilibrio de fuerzas (y debilidades), pero también de la alarmante inconsistencia en el desempeño de los equipos.

Por eso poco a poco a partir de hoy, entre los 14, ó 15, ó 18 aspirantes, iremos vislumbrando a los cuatro o cinco verdaderos candidatos a coronarse como campeón acabando mayo.

¿El América, el Cruz Azul, los Tigres, el Toluca... y quién más?

 
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