El el mundo taurino, las cosas buenas, normalmente se olvidan pronto.
No ha pasado siquiera un año de la intención de los matadores, los empresarios y los subalternos por procurar celosamente el servicio médico en las plazas de toros y el primer día de este año en Durango hubo un descuido que pudo tener consecuencias mortales.
Una empresa que por lo general hace las cosas con seriedad como Casa Toreros, en mancuerna con Armando Guadiana, dieron una corrida de toros prácticamente ¡sin servicio médico!
Y es que aunque había personas que se ostentaron como doctores, no tenían la más remota idea de cómo tratar una herida por asta de toro.
Fueron Antonio García "El Chihuahua" y el forcado mazatleco René Tirado quienes pusieron orden en la enfermería de la plaza para que el picador de toros, Héctor Cobos, pudiera llegar en condiciones a un hospital y ser intervenido de dos cornadas, una de ellas muy grande.
El relato del propio matador norteño, que se metió a la enfermería y literalmente se puso los guantes de cirujano, es increíble.
"Chihuahua" asegura que todos son culpables y que decidió externarlo porque no quiere que se repita la historia de mayo pasado, cuando el forcado Eduardo del Villar y el aspirante a novillero Luis Miguel Farfán perdieron la vida porque en las plazas donde fueron heridos, en el Sureste, no había un servicio médico adecuado.
Nunca un torero va a decir no a la posibilidad de enfrentarse a un astado y menos en un festejo formal. Y aunque ello es reprobable, quizá entendible. Pero entonces la cordura debe caber en las empresas.
No basta tener doctores, sino que sepan los principios básicos del auxilio a un herido por asta de toro, cuidados que también son un arte y no cualquiera puede realizar.
Si no, pregúnteles a los Camarena en Guadalajara; a los González Careaga, Ruiz Romero o Hernández, en Aguascalientes; a Uribe o Vázquez Bayod, en el DF y a otros que han salvado a muchos en la fiesta brava.
DE REAPARICIONES...
La matadora Karla de los Ángeles fue autorizada para reanudar sus entrenamientos; ella insiste en reaparecer el 18 de enero tras las cornadas que sufrió en la Plaza México.
El monosabio "Gamucita", herido por el toro cuando trasladaba a la propia De los Ángeles a la enfermería, podrá volver a la brevedad al callejón; el otro monosabio, César Sánchez, también evoluciona favorablemente.
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