Los resultados de las carreras de ruta más "sofisticadas" del mundo de hace 30 años se obtenían con un cronómetro manual con impresora integrada (Chronomix), que registraba el cronometraje y el orden de llegada de cada corredor.
Lo que no se sabía en ese momento era a quién correspondían esos datos, por lo que el registro se completaba con las etiquetas que se desprendían del número de cada corredor que tenían impreso y se "almacenaban" en el orden en que cada uno cruzaba la meta.
Al "empatar" los datos del Chronomix con los de llegada a la meta de las etiquetas se obtenían los resultados: cronometraje / orden de llegada / número de competencia.
¿Era complicado hacer los registros así? Lo era y mucho, y muy limitado; era necesario ordenar las etiquetas a mano y los errores eran frecuentes, pero era lo mejor que había.
Así se cronometró Correcaminos 10K de 1984 que se efectuó en la Colonia Del Valle, en San Pedro. Los chips para cronometrar carreras salieron al mercado una década después.
Ahora todo es digital.
El Maratón de Nueva York registra 400 llegadas por minuto a la meta en sus momentos pico y los errores son mínimos, gracias a los chips. La tecnología cambió radicalmente el manejo de las carreras.
El récord mundial de maratón en 1984 era el 2h 08'05" de Steve Jones, mientras que el récord mundial en este 2014 es el de 2h 03'57" de Dennis Kimetto; y ya se habla de proyectos para bajar las dos horas.
El Maratón de Nueva York de 1984 registró 14 mil 590 finalistas, uno de ellos el regiomontano Willy Rangel, mientras que la edición 2014 registró 50 mil 530 finalistas, uno de ellos el mismo Rangel, quien a partir de 1984 no ha perdido una sola edición.
Esta colaboración nació hace 30 años en EL NORTE. Agradezco a los lectores el privilegio de su lectura. ¡Feliz Navidad!
Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.
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