Señoras y señores, cuando usted esté leyendo esta columna seguramente ya sabrá el resultado del partido de ida de la Final entre Tigres y América. Ojalá haya emocionante, con una dosis de tensión.
Los seguidores de Tigres son entusiastas a muerte con su equipo. Siempre están con el equipo y quieren mucho a sus jugadores y a Ricardo Ferretti, al que idolatran por haberles dado el título después de una sequía de casi 30 años.
Pero lo que me parece increíble y absurdo, es que mientras Tigres ha tenido un vestidor disciplinado, en América ha pasado todo, y no crean que ha sido creado por la prensa, que suelen echarle la culpa. Ha sido creado por la directiva y el técnico.
El técnico porque se peleó con el jugador, el jugador porque le faltó al respeto al técnico y la directiva porque empezó a filtrar nombres de técnicos que podrían sustituir a Mohamed en plena recta final. Es más, acaban de decir que no entra en planes para el siguiente torneo, a unas horas de que enfrente el primer duelo de la Final.
Quizá Mohamed no sea mala gente, quizá sea honesto y trabajador, pero hasta ahí nada más, no es la quinta maravilla del mundo. Otro técnico hubiera agarrado sus cosas y se hubiera marchado.
Le faltaron al respeto en sus narices, decidieron lo que quisieron y no lo quisieron a él. Y tuvo que salir a dar la cara ayer y lo hará el domingo por el América. Si quiere ridiculizar a su directiva dejándolos campeones puede ser, es su mejor venganza; me parece que la directiva del América traicionó totalmente los valores.
En Tigres eso no pasa y Ferretti tiene el control y la disciplina. Tiene jugadores de jerarquía, también los tiene el América, pero a la hora de la hora las diferencias valen mucho.
Pero ahí queda la historia de Mohamed y el América. No fue hermosa como se esperaba, todo lo contrario. Una historia llena de espinas, de obstáculos y altas traiciones. De un lado y de otro. Más de la directiva que del técnico.
Por eso llega mejor Tigres, más unido y más compacto como equipo. El América puede ganar, pero como están las cosas y como han sucedido, un equipo traicionado y golpeado internamente, con un técnico que sabe que el lunes tendrá que tomar el primer vuelo para su país, o si quiere contratarse con otro equipo, es muy injusto. Me parece muy injusto lo que le pasó. Y si quiere irse, seguramente esperará una muy buena liquidación.
Triste recuerdo de América para Mohamed, las heridas tardarán en cerrarle y es una pena que la directiva lo haya tratado así.
Esperemos que gane el mejor, pero que no sea el América.
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